lunes, 1 de diciembre de 2008

Puro teatro


Eran dos tontos enamorados. Caminaban siempre de la mano con pasos rítmicos, casi ensayados. Lo más parecido a una pareja siamesa: donde iba uno, iba el otro.

Habían hecho del “te quiero” una falsa frase monótona, provocando así que las palabras perdieran gran parte de su significado. “Te quiero” se había convertido en un simple saludo instintivo, natural. Y ya no sabían, o no podían expresar con palabras, cuánto querían a la otra persona. De tanto decirlo, habían conseguido que ni ellos mismos se lo creyeran.

Gritaban al mundo lo precioso y bonito que era su amor. Pero la realidad decía que aquello no podía ser tan maravilloso. Sus caras, sus abrazos y sus sonrisas lucían falsas en todas sus fotos. Practicaban con frecuencia el arte de aparentar.

Y de tanto aparentar y hacer creer al mundo que su amor era inmenso, universal y perfecto, la cosa se apagó. Ya no sabían querer a la otra persona. Habían estado tanto tiempo encerrados en aquel teatro que al salir no reconocieron lo que había fuera: el maldito mundo real.

1 comentarios:

Borja Echeverría Echeverría dijo...

Muy cierto, no puedes decir algo con tanta fuerza tan a la ligera.
A no ser que quieras ligar claro, pero eso esta mal jaj.
Más de uno se habrá visto en el texto.

Un saludo.