viernes, 27 de noviembre de 2009

La prensa catalana

vHermes Comuniació, la empresa editora del periódico El Punt ha comprado el 100% de las acciones del diario L'Avui. Éste, estaba hasta ayer en manos del Grupo Godó (La Vanguardia), Planeta (La Razón) y la Generalitat de Catalunya (40%, 40% y 20% respectivamente).

El Punt es, para mí, el periódico catalán por antonomasia. He crecido entre sus páginas. Nació en Girona en 1979 con espíritu comarcal, una distinción muy catalana. Sus páginas se centran en este ámbito local y en la política catalana y, como anécdota, su mapa del tiempo (un elemento súper importante para el periodismo de calidad) representa los Països Catalans. Poco a poco ha ido ampliando su distribución hasta llegar a siete ediciones comarcales repartidas por el territorio catalán.

Del periódico Avui poco puedo explicar, porque sólo lo he tenido una vez entre mis dedos. Sé que es el primero en publicarse en catalán después de Franco, en 1976. Lo que pasa es que es de Barcelona y no nos interesa mucho esto. Poca gente lo compra en mi pueblo, donde a ojo avizor se comprueba que los dos diarios más vendidos son El Punt y La Vanguardia. Y las cifras demuestran que no sólo en mi pueblo, sino que en toda Catalunya El Punt es el diario en catalán más leído.

Algunos quizá penséis que esta información es provincianismo catalán y que a nadie fuera de sus fronteras le interesará. Pero creo que es un dato muy importante que los dos periódicos publicados en catalán más vendidos sean de la misma empresa. Significa que el catalán, como inversión, puede ser rentable.

Sin embargo, espero que sus ediciones no entren en la vorágine empresarial y capitalista que se vive en el periodismo: pérdida de credibilidad, servidumbre a la publicidad, magnificación de los resultados económicos antes que la calidad periodísitica y la búsqueda de los máximos beneficios antes que la verdad, la honestidad y la investigación.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Entrevista a Carlos Bravo

(Autorretrato)

Para muchos, Carlos Bravo es un auténtico desconocido. No posee fama internacional ni se ha hecho famoso con sus fotografías. Tampoco se gana la vida con esto. Trabaja como decorador y aprovecha su especial sentido visual para utilizarlo en sus fotografías.

Sacar una foto puede resultar algo sencillo: pulsas y ya está. La complicación viene cuando al pulsar también se crea un estilo propio. Y Carlos Bravo lo tiene. Por medio de composiciones sencillas con mucha iluminación, sabe crear un trabajo realmente evocador. Escenas cotidianas, lugares donde el ser humano ya no está, pero dónde todavía queda algo de humanidad... Ciudades desiertas y calles vacías. Polvo y cotidianeidad. Si alguna vez te has pasado por este blog, quizás te suenen sus fotografías.


¿Cómo adquiriste tus conocimientos de fotografía?

Mis conocimientos fotográficos son totalmente autodidactas. En realidad se basan en la investigación y lectura de diferentes libros y la búsqueda a través de Internet. Actualmente, gracias a la red tenemos mucha información al respecto, que en ocasiones puede llegar a saturarnos. Para que esto no ocurra, hay que tener claro lo que se quiere, centrarse
y estudiar la línea que más nos interese.

(El Pasillo)

¿Trabajas como fotógrafo en algún sitio actualmente?


No, mi vida profesional esta relacionada con la decoración de interiores.

¿Qué cámaras usas?


Trabajo con equipo digital, en concreto con una Canon EOS 20D. También dispongo de una cámara Holga de 6x6. Este tipo de cámaras se utilizan para realizar un tipo de fotografía conocida como Lomografía, con un estilo mucho más informal, casual y experimental. Y no puedo olvidar mi Werlisa II del año 66 que me regaló mi suegra.

¿Hasta qué punto es importante el equipo?


La cámara es una herramienta para efectuar nuestro trabajo y para expresarnos. Sin embargo, es mucho más importante la creatividad del fotógrafo que el equipo que este utilice.

(Boca de agua)

¿Qué programas utilizas para la edición de tus fotografías?


Trabajo con Adobe Photoshop CS4, Adobe Bridge y Adobe Camera Raw.

¿Ahorras dinero para viajar y así conseguir mejores fotografías?

Efectivamente, ahorro dinero para viajar, pero he de confesar que probablemente mis mejores fotografías no las he hecho en los viajes. En ocasiones las mejores instantáneas pueden estar a la vuelta de la esquina. Viajar es otra pasión, que realmente se complementa perfectamente con la
fotografía. Viajar en cierta manera también sirve para estimular los sentidos fotográficos.

¿Qué lugares son tus preferidos, cuáles te resultan más evocadores?

Mi ciudad favorita es Nueva York, no por bonita, pero sí por las sensaciones. Por otro lado, no conozco la zona de Asia, pero es uno de los destinos que me apetece conocer en el futuro.

(Edificios atados)

¿Qué paises guardan las mejores fotografías?


Todos los países tienen sus secretos, pero probablemente los lugares culturalmente diferentes nos impactan más, tanto a los fotógrafos como a los espectadores de las fotografías.

En tus fotografías se ve un uso muy importante de los colores claros y de las sombras, que al final es lo que hace que tu fotografía tenga un estilo diferenciado. ¿A qué se debe esta elección?

Es cierto que en ocasiones un tratamiento puede marcar un estilo propio, por encima de la mancha fotográfica. En mi caso este estilo viene dado por el gusto por las imágenes muy luminosas. Ya desde la captura, procuro que la fotografía tenga mucha luz. Esto en fotografía digital hace que la imagen tenga mucha información. De todas formas, es posible que se deba a parte de mi evolución como fotógrafo.

(Sala)

¿Qué prefieres fotografiar, personas u objetos?


Depende. Cuando estoy realizando un reportaje sobre una ciudad o un país suelo retratar, además de a lo material, a las personas. Éstas forman un patrimonio muy importante de cada lugar. También me gusta fotografiar lugares en los que la huella del hombre está latente, pero su figura está ausente en el momento de hacer la fotografía.

¿Llevas siempre encima la cámara de fotos por si aparece algo fotografiable?

No. Ayer hablaba sobre esto con un buen amigo, fotógrafo también. A veces hay que desconectar y a mí me resulta imposible hacerlo si llevo la cámara conmigo.


Tú fotografía es muy evocadora. ¿Te has planteado alguna vez ofrecer tus fotografías a algún cantante para sus contraportadas de disco o su libreto de canciones?


No, sinceramente, pero podría ser una posibilidad que me gustaría y estaría
encantado de llevar a cabo.

¿Qué es lo más raro que te ha pasado intentando sacar una foto?

Es una lástima, pero no tengo ninguna anécdota reseñable. En ocasiones hay personas que de ninguna manera quieren ser retratadas, y sin embargo otras te dan las gracias por hacerles una fotografía.

¿Algún consejo para la gente que está empezando a entrar en la fotografía y se ha comprado una buena cámara por primera vez?

Me gustaría dar varios consejos. En primer lugar, hay que investigar, leer, ver mucha fotografía, conocer los inicios y descubrir el camino que se ha recorrido hasta hoy. Esto proporciona una gran educación visual y hace que poco a poco tu estilo fotográfico se vaya definiendo. Además, es importante conocer tu equipo, saber manejarlo para expresarse, y conocer la técnica fotográfica y sus reglas para que cuando las conozcas, puedas saltártelas para darle a tus fotografías un toque personal. Pero sabiendo siempre ser humildes al mostrar nuestro trabajo. Y por último, como es obvio, hacer fotografías.

(Cinco)

¿Qué fotógrafos nos recomiendas? ¿Cuál es tu favorito?


Hay muchos fotógrafos interesantes que personalmente me gustan mucho. Hay tantos y tan buenos que por citar algunos, diré a Joel Meyerowitz, Stephen Shore, Keith Davis Young, Matthew Genitempo, Todd Hido o Paco Martí , personas que para mí han sido una gran fuente de inspiración.

¿Qué tiene la fotografía que tanto te gusta?


La fotografía para mí son sensaciones, y las sensaciones difícilmente pueden expresarse con palabras. Simplemente el echo de llevar la cámara en las manos, escuchar el sonido del obturador ya me proporciona sensaciones. Jugar con la composición, las luces y las sombras...es extraordinario.

Y lo más difícil, ¿qué es la fotografía?

No quiero pecar con mis palabras y verter más tópicos sobre la fotografía, pero en cierta manera, la fotografía puede tener algo de mágico. La posibilidad de detener el tiempo, de expresar con una imagen, de emocionar, de ver y recordar a aquellos que ya no están entre nosotros, de conocer lugares en los que nunca hemos estado. La fotografía proporciona sensaciones.



*Para saber más sobre su trabajo, puede visitar su espacio en Flickr, o su blog de fotografía.

martes, 24 de noviembre de 2009

Rey de los Judíos


El chaval estaba esperando a la villavesa mientras leía la Biblia. Siempre se había dicho a sí mismo que tarde o temprano tendría que enfrentarse a aquel libro. Leerlo, como se debe leer El Quijote.

Hacía frío en Pamplona y una mujer anciana y tres hombres soñolientos esperaban la llegada del transporte público. En uno de los paneles de la marquesina, publicidad: "Eres lo que lees", rezaba el cartel. Lo miró y siguió leyendo: el Nuevo Testamento, San Mateo.

Pasaron dos minutos y una página del libro hasta que oyó el rugir de un motor, levantó la vista de su libro y lo cerró:

-¿Y adónde vas tú con esa cruz?-, le preguntó un hombre.

-Ya están los de siempre dando la nota...-, soltó otro.

- Desde luego la juventud ya no sabéis qué hacer para llamar la atención- concluyó la vieja.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Precaución

Le condenaron a más de 40 años de cárcel por la explosión que provocó el incendio de todo un edificio y el de bloques colindantes. Después de la detonación, las fuerzas especiales y los francotiradores que vigilaban la zona irrumpieron en la casa rompiendo sin piedad los restos de las ventanas y cristales que quedaban. "¡Tírese al suelo, tírese al suelo!". "¡Las manos detrás de la cabeza!".

El artefacto causó daños irreparables. La población estaba alertada hacía varios años pero nadie parecía haber seguido al pie de la letra las indicaciones de seguridad. "Esta desgracia se veía venir", comentaban las señoras con sus rulos.

40 años, como decíamos. 40 años en prisión. Y todo porque aquel hombre activó sin querer el sistema de autodestrucción que hace estallar un ordenador si se retira un USB sin seguridad.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Honor a su presencia

Un año más, como ya conté tiempo atrás, hoy es día de celebración. Esta vez además, con más fasto y honor.

Se dice que hay crisis. ¿Crisis a mí? Esto es para los pobres, o para los que se creen ricos. Si todos estuvieran del lado correcto nadie sufriría ni lo pasaría mal. Pero hay gente descarriada que se cree muy lista, cree que puede ir sola por la vida y luego pasa lo que pasa.

Yo estoy contento, saben. Antes, con Franco, claro que se vivía mejor, pero he aprendido que esta democracia no está tan mal. Lo importante es hacer creer al pueblucho que pueden decidir. Ellos están contentos yendo una vez cada cuatro años a las urnas. Y piensan que por que en la lista haya más de un partido tienen un gran abanico de opciones. Inocentes. Piensan que el gobierno es la voz del pueblo, y piensan que los partidos a los que votan representan sus necesidades. Hay que dejarles que piensen así, y todo seguirá bien.

Además, señores, si alguien se descarría un poco ya están allí los jueces para ponerlo en el lugar que le atañe. Y si no que se lo pregunten al Estatut y a los políticos vascos. Los medios de comunicación también están al tanto de todo, y ayudan a que se respete lo instaurado.

Fíjense en el resto de Europa. Países potentes y con mucha riqueza. ¿y quién manda allí? ¿y quién ganó las elecciones europeas? Este es al camino a seguir, y la Unión Europea otro garante de que se cumpla lo establecido y el orden imperante.

La gloriosa Nación Española tiene que seguir el camino que ha tomado. Dejar de lado al trabajador, al obrero, al que sufre, al que reflexiona y al que va a las universidades y encargarse, tan bien como lo ha estado haciendo hasta ahora, del empresario, de los bancos, los prominentes, los que la hemos ayudado desde tiempos inmemoriales, los creadores del actual equilibrio.

Seguir honrando la memoria de los victoriosos, de los ganadores, de aquellos que lucharon en el bando correcto. Y otra vez demostrar que la sombre de José Antonio y del Caudillo sigue ¡Presente!

Foto: Cementerio Père Lachaise, París

martes, 17 de noviembre de 2009

Crueldad


"En esta escuela Jean Roger Debrais aprendió el Amor a la Patria. Joven FTPF (franco tiradores y partisans franceses). Murió por Ella el 14 de diciembre de 1943 bajo las balas del enemigo. Tenía veinte años"

Y nadie le enseñó que el amor no es morir por lo que quieres, sino vivir para lo que amas.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Backstage


La banda sonora en sus pequeños detalles había sido lo que aquel tipo había compuesto en los últimos 20 años. Sus viajes en coche y ventanillas bajadas estaban acompañados de sus letras y música. Sus canciones le hacía creer, en las noches heladas, que protagonizaba el video clip de un ser melancólico. Aquel tipo al que tanto admiraba sabía tocar las teclas que ninguno tocaba. Era un amigo íntimo, ese que siempre te escucha, te entiende y acierta en cada una de sus frases de respuesta.


La admiración que él sentía por ese cantante era algo demasiado extraño. Había llegado al punto de no saber apreciar si sus canciones eran buenas o malas. Simplemente todo le parecía perfecto, en su justa medida, aunque la pista fuera un audio sin volumen.

Guardaba las entradas de cada uno de los conciertos a los que había ido en una lata antigua de Colacao, donde también almacenaba los viejos recuerdos, los tickets de los museos y las entradas de cine. Aquella noche volvía a tocar en el teatro de las butacas rojas y las luces de billar.

En un tiempo fue solo a ver las canciones. En un tiempo aquel hombre era la persona que cantaba al desamor y la melancolía de las habitaciones ventiladas. En un tiempo. Ahora era el hombre que componía escenas compartidas, que cantaba a las chicas que hacían autostop. Y él conoció a su chica en la carretera, entre guanteras, frenos y asientos traseros.

Aquella chica le había acompañado a sus dos últimos conciertos. Ella también se había empapado de su música hasta quedarse calada y jugaba a cantar las frases que le venían a la cabeza. Un concierto íntimo y solitario, con armónica, guitarra y un piano. Con la voz saliéndole como el viento que sopla en las cuevas, irregular, intermitente, desafinado. Pero con el corazón encima de la mesa. Y tocó, tocó y tocó, hasta perder el aliento.

Se apagaron las luces de billar y aquel tipo solitario se acercó hasta el borde del escenario. Se agachó, se llevó una mano a la espalda y otra al pecho y saludó al público agitando una mano. Luego se marchó.

El chico y la chica fueron al backstage. Los discos de su estantería estaban todos desnudos, sin firmar, sin un gracias ni un saludo. Sin ropa y recién salidos de la tienda, con cientos de escuchas. Él fue y le pidió una firma. El otro accedió. Ella esperó un rato y después se animó a que le firmara el único disco que tenía.

El artista se le quedó mirando con los ojos entreabiertos de un madrugador. Le dijo, "ey, ¿cómo te llamas?", y entonces ella empezó a mover las mandíbulas, hablando sin parar. Desde la distancia, se le notaba nerviosa y entusiasmada. Se tocaba el pelo y el cantante le tocaba en el hombro. Él le hacía una broma y ella se reía aunque no le hiciera gracia.

Él estaba en una esquina, orgulloso de que su chica pudiera conocer al cancionista que le había llenado los estantes vacíos de sus noches en vela. Aquel era un tipo excepcional, una persona única. Poseía la capacidad de que la gente creyera que sus canciones habían sido compuestas especialmente para el que las escuchara. Tanto que al día siguiente, su novia lo dejó por él, hizo las maletas y continuó con la gira.



Imagen: Daniel Rivas

sábado, 14 de noviembre de 2009

¿Dónde están?

A veces descubres que sentimientos tan finos y abstractos como el amor, la amistad o la belleza son impresiones que se cazan al vuelo y se guardan en el corazón con una rapidez desconocida. El odio, también.


Odio las excursiones, odio a la gente que va en masa, odio tener que pagar ocho euros (con reducción de estudiante incluida) para sufrir una brillante exposición de pintura flamenca del siglo XVII rodeado de gente salida de una autocar del inserso o parejas con recién nacidos (¿por qué permiten entrar en los museos con cochecitos? molestan a la gente y los propios padres no pueden disfrutar), odio a la solitaria mujer del pelo naranja y gafas de pasta morada que tiene que ponerse a un palmo de un cuadro, odio tener un segurata a cada paso que me vaya ordenando que avance, odio que pongan los cuadros a dos palmos del suelo. Y, ya por último, odio que te pongan un cuadro de Vermeer en el cartel de la exposición y sea el único que haya de él.

Dejando de lado mi mal humor, he disfrutado como un enano en la exposición. Es uno de mis periodos favoritos en pintura. Las escenas costumbristas, la tenue luz que los holandeses dominan magistralmente, los retratos de los burgueses, son totalmente distintas de cualquier otro momento. Fue el momento en el que los Países Bajos se independizaron (1589) de la monarquía castellana y el protestantismo se hizo fuerte. Por eso, la iglesia y la nobleza dejaron de ser los mecenas y pasaron a serlo los burgueses. Economistas y hombres de negocios, más aficionados a los números que a la filosofía, supieron apreciar el arte del retrato, de los paisajes y de las escenas de la vida cotidiana.

Destacaban con luz propia, y aquí está el éxito de su pintura, los de Rembrandt. Sin embargo, también se encontraban allí otros maestros especializados en su tema: paisajes navales, momentos de la vida ordinaria y los retratos. El mítico cuadro de Franz Hals (ver imagen) me ha enseñado la diferencia entre ver un cuadro en reproducción o tenerlo justo allí delante. La emoción percibida en la realidad es muy distinta que la que te produce cuando lo ves en el papel.

Y para acabar, un último apunte, un poco macabro e irónico. Se explicaba la diferencia entre las naturalezas muertas y las vanitas. Lo primero es un juego de luces, un estudio sin, a menudo, más intención que la pictórica. Las vanitas, no obstante, forman una composición simbólica con objetos inanimados: una vela que se extingue, libros y calaveras eran los elementos principales. En ellas se exprimía la idea de la fugacidad de la vida y la vacuidad del conocimiento (tan de moda en aquella época, no hay que olvidar la literatura española y sus populares carpe diem y ¿ubi sunt?). Me pregunto, pues, que sentían aquellos señores compañeros de mi visita al ver tan evidente consigna.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

¡Estos galos están locos!

Hace cosa de un par de semanas (el 22 de octubre) Astérix y Obélix cumplían sus bodas de plata. Se presentó un nuevo libro de la intrépida pareja, se ha organizado una exposición con dibujos originales y manuscritos y mecanoscritos de Goscinny en el museo Cluny de la Edad Media y en las vallas de entrada al recinto, en el cruce de los bulevares Saint Germain y Saint Michel (uno de los más concurridos de la ciudad), se han instalado doce plafones con obras de arte reinterpretadas por Uderzo. Cleopatra es Olympia, Obélix el Hombre de Vitruvio y los piratas se han hundido esta vez en la Balsa de la Medusa.

En Francia se está viviendo, además, una situación que parece sacada del argumento de uno de los famosos álbumes de los galos. Por todas partes te encuentras avisos de una pandemia que amenaza con ser fatídica: la gripe A (antaño llamada porcina).

Uno va tranquilamente al lavabo, hace su faena con cuidado y a la hora de lavarse las manos se encuentra con varios carteles curiosos. Todos ellos son órdenes del estado francés que parecen sacadas de barrio sésamo (con todo el respeto para esta serie que nunca vi): cómo lavarse las manos, cómo estornudar, de qué manera ponerse la máscara si estás enfermo, etc.

No bastaba con esta fiebre que hoy he abierto la cuenta de correo de la universidad parisina (después de un mes de clases) y me he encontrado con dos emails sobre este tema. Uno te ponía sobre aviso de que el ministro (no se especifica cual) o el prefecto puede mandar cerrar la universidad debido a "la pandemia gripal". Además, informaban de que estaban haciendo una investigación y te invitaban a colaborar. El otro era una carta del rector en la que recordaba los consejos de higiene que te encuentras por todos lados, entre ellos, dar la mano en vez de dos besos o lavarse las manos con una solución hidro-alcohólica. Esto último, por cierto, es algo que lo han acogido enseguida, y en cualquier momento ves a los franceses frotarse las manos con el líquido de un bote azul muy sospechoso. Parece que siempre estén tramando algún intrigante plan.