miércoles, 23 de febrero de 2011

Banzai



— Eh, tengo una idea.

— ¿Sólo una?

— Sí. Vacaciones gratis. Qué te parece. ¿Te apuntas?

— ¿Cómo es eso?

— Vamos a Valencia, dejamos que nos atropelle un coche y nos llevan al hospital.

— ¿Cómo?

— Sí, no te cobran nada por la estancia. Estado de bienestar.

— ¿Pero estás loco?

— Piénsalo. Piénsalo unos segundos. Pensión completa... ¿Vale? No podremos ir mucho a la playa, ¡pero la comida y el alojamiento son gratis!

— Háztelo mirar, en serio.

— Escúchame. ¿Tú has estado alguna vez en Valencia?

— No.

— Pues entonces te callas. ¿Qué pierdes? Vas allí por la patilla.

— Hombre...

— Piénsalo. He visto un hospital muy cerca de la playa. Con vistas al mar. ¡Al mar! Además, las enfermeras acaban de entrar a través de un curso MIR. Son jóvenes.

— Pero tú y yo ya estamos mayores para estas cosas. Y postrados, ya sabes, uno no funciona igual cuando está enfermo.

— Minucias. Si no lo hacemos ahora no lo haremos nunca.

— ¿Y si nos pasa algo grave?

— Qué nos va a pasar. Tendremos que tener cuidado y matarnos muy poco.

— Te lo digo en serio, a mí ahora me vendría muy mal morirme. En agosto tengo una boda y me he metido en una hipoteca.

— Tranquilo. Piensa lo que podrás ahorrarte en cervezas.

— Pero tendrán televisión, ¿no?

— Tienen de todo. Y fútbol. ¡Y el Madrid-Barça! Enfermeras guapas. Fresquito. ¿Qué más quieres?

— Bueno...

— Escucha. Mira, ¿ves ese coche? ¿Lo ves?

— Sí.

— ¡Pues a por él!

- ¡No! ¿Pero qué haces?

— ¡Banzaaaaaaaaaaai!


Imagen: Miguerae

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