— Cada día le temo más a la muerte.
— Yo también...
— ¿Crees que la inventó Dios?
— Me imagino que sí.
— Es de suponer. Imagínate que todos tuviésemos el don de la vida eterna. Dios ya no molaría tanto...
— Bien es cierto que no.
— Él está por encima de todo eso. Es el ateo supremo y no cree en ningún dios.
— Qué magnífico es.
— Gracias a la muerte tenemos una vida llena de ambiciones. Sin embargo, Él construyó todo en unos pocos días y desde entonces, seguro que su vida es un peñazo.
— A no ser que tenga televisión por cable.
— Claro, a no ser que tenga televisión por cable. Piensa también que es posible que sea la única persona en el mundo capaz de haber visto jugar a Pelé, Maradona, Di Stefano y Messi.
— Es verdad.
— Pero, aparte de eso, Dios debe aburrirse sobremanera, ¿no te parece?
— Ya lo creo.
— Así que debemos admirar su esfuerzo y justicia. Ni el comunismo ni el capitalismo han demostrado ser sistemas más igualitarios que la muerte.
— A Dios debemos el don de la mortalidad.
— Así es. No quiso hacer de nuestras vidas monólogos tediosos y aburridos. Gracias a él tenemos la oportunidad de morir. ¡Alabado sea el Señor!
— ¡Alabado sea!
Imagen: Divka Rojic
— Yo también...
— ¿Crees que la inventó Dios?
— Me imagino que sí.
— Es de suponer. Imagínate que todos tuviésemos el don de la vida eterna. Dios ya no molaría tanto...
— Bien es cierto que no.
— Él está por encima de todo eso. Es el ateo supremo y no cree en ningún dios.
— Qué magnífico es.
— Gracias a la muerte tenemos una vida llena de ambiciones. Sin embargo, Él construyó todo en unos pocos días y desde entonces, seguro que su vida es un peñazo.
— A no ser que tenga televisión por cable.
— Claro, a no ser que tenga televisión por cable. Piensa también que es posible que sea la única persona en el mundo capaz de haber visto jugar a Pelé, Maradona, Di Stefano y Messi.
— Es verdad.
— Pero, aparte de eso, Dios debe aburrirse sobremanera, ¿no te parece?
— Ya lo creo.
— Así que debemos admirar su esfuerzo y justicia. Ni el comunismo ni el capitalismo han demostrado ser sistemas más igualitarios que la muerte.
— A Dios debemos el don de la mortalidad.
— Así es. No quiso hacer de nuestras vidas monólogos tediosos y aburridos. Gracias a él tenemos la oportunidad de morir. ¡Alabado sea el Señor!
— ¡Alabado sea!
Imagen: Divka Rojic
3 comentarios:
Ni muertos ni leches, lo único que iguala a todos no son los sistemas económicos (capitalismo o comunismo) ni la muerte (los ricos mueren mejor), es la ORA, OTA o como querás llamarlo. Le da igual un Jaguar que un SEAT. Fascinante.
la ora te refieres a la ordenanza reguladora de aparcamiento? me gusta el final de este articulo en wikipedia: en resumen, un robo.
i esa etiqueta de Lo divino??
Pues que ha montado una sección catolicoapostólicoromana... Me has recordado a una coseja nuestra...
http://elcortijodelaperra.blogspot.com/2009/11/tender-infinito.html
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