lunes, 29 de junio de 2009

(Casi) regalan libros

Ya ha llegado el verano y he vuelto otra vez a casa. Sin embargo, no me olvido de los compromisos contraídos. Y bien dije que iba a hablar de las librerías pamplonicas. No por mucho esté fuera de la ciudad me olvido de ella.

Quizá ha sido la librería donde más libros he comprado. Será por su situación, por lo agradable que es estar dentro de ella o porque algunos de sus libros están a 3€. Auzolan es una tienda con carrera en la vieja Pamplona. Desde 1977 que tiene abierto un local en la calle San Gregorio, justo en la entrada de lo viejo viniendo por Pío XII. Además, en 1977 abrieron otro mucho más grande en la calle Tudela, detrás del Osasunbidea.

Pero a mí me gusta la pequeñita. Recién reformado, es un establecimiento de una sola planta y bastante alargado y estrecho, con un amontonamiento de libros que hace que te sientes abarrotado e impaciente para ver los que hay.

La mayoría de libros que ofrece son los típicos del mercado, no obstante, hay varias cosas por las que se debería ir. La primera es porque es un comercio que apoya la cultura vasca y los libros en euskera, de los cuales hay en menor medida que en castellano, pero más que en otras librerías.

Asimismo, como ya he dicho antes, hay un gran surtido de libros de ocasión. Son volúmenes cuidados, ediciones quizá un poco viejas, pero que nada tienen que envidiar a las más caras y modernas. Yo allí he llegado a comprarme desde novelones clásicos a un estudio de tres volúmenes sobre la historia de Catalunya dentro de la España moderna por el imprescindible historiador Pierre Vilar. Diversidad y a buen precio, ¿qué más quieres?

miércoles, 10 de junio de 2009

Cruce de caminos

Año 1989. Nacimos nosotros (los escritores del blog y algunos de los lectores), cayó el muro de Berlín y el Reino Unido todavía estaba gobernado por Thatcher. En aquel país el fenómeno de la inmigración ya estaba asentado, con gran proporción de población de las ex colonias. Parte de ellos paquistaníes.

Este es el marco temporal de uno de los mejores libros que me he leído este año, y de los más intensos que he disfrutado hasta ahora. Se llama "El álbum negro" y se autor es Hanif Kureishi.

La trama es sencilla: la desorientación de un hijo de inmigrantes paquistaníes (Shahid) que vivía en una ciudad provinciana en Inglaterra cuando empieza la universidad en Londres.

El libro te va situando con un tremendo temple en su entorno. Quién es él, cómo es su familia y sus compañeros, la facultad, su pasado...Todo esto con pinceladas, parece como si no lo quisiera decírnoslo de golpe por miedo a que el lector se atragante, y con razón.

El chaval se encuentra pronto con un cruce que no admite vuelta atrás. Tiene que decidir entre integrarse por completo en el grupo islamista del compañero de su cuarto contiguo en la residencia (los peligros de las residencias...) o dar rienda suelta en la relación sexual que le propone una de sus profesoras. Como veis, tiene tela.

La novela se desenvuelve intensamente en el doble juego de Shahid. Entre el lado oculto y oscuro del Londres pijo, con sus fiestas privadas, éxtasis, burgueses izquierdistas y postmodernismo (sic), y el compromiso permanente con el Corán, las mezquitas, la quema de libros herejes y el fundamentalismo islámico.

Además, entre la sucesión de los trepidantes y alocados episodios, podemos encontrar profundas ideas, dejadas allí como perlas, para que el buscador de reflexiones las descubra y las pula a su manera. Temas como la inmigración, el sistema educativo, la religión, el sexo y la pareja, la relatividad de las teorías filosóficas, la identidad en las modernas ciudades, el hedonismo o la libertad de nuestras elecciones están aquí presentes de una forma u otra.

Kureishi no deja del todo clara su respuesta, excepto en el final, que cierra el libro con una clara posición, que te puede gustar o no, pero que muestra toda la valentía de un aguerrido escritor.

Una novela atrevida, provocativa y divertida, que, además, te hace pensar. Os aseguro que satisfacerá los corazones ávidos de emociones fuertes.

lunes, 1 de junio de 2009

Pon una estrella en tu partido

El otro día me enviaron las papeletas para poder votar por correo la composición del Parlamento Europeo. Estuve mirando un rato las diferentes formaciones que se presentaban y me llamó la atención la variedad, pero a la vez repetición, de signos.

Un conjunto de 5 partidos políticos incluyen 17 estrellas. En orden de lista el primero es Iniciativa Internacionalista, por todos conocido ya debido al intento fallido de ilegalización por parte del Tribunal Supremo. Su estrella es roja de cinco puntas, aunque en el cartel aparece de color blanco porque el fondo es rojo.

Es la típica estrella marxista. Según wikipedia, representa a la vez los cinco dedos de la mano del trabajador y los cinco continentes, con lo que se remarca el carácter internacional de la ideología. Sin embargo, en este partido aparece más como elemento identifcativo de extrema izquierda y de apoyo a los procesos independentistas de las naciones sin estado.

Otra organización que usa la estrella es Izquierda Anticapitalista. En este caso, la figura está compuesta por tres colores: rojo internacionalista, verde ecologista y lila feminista. En este caso, la estrella recoge también otra corriente dentro del marxismo: el trotskismo. De esta forma, el partido se enmarca dentro de la IV Internacional fundado por Lev Trotski. En Catalunya, además, concurren bajo el nombre Revolta Global y en la papeleta presenta otra estrella. Ésta sólo roja, aunque no tan rígida como las anteriores, sino de líneas suaves.

Luego está el Partido Comunista de los Pueblos de España, una escisión del PCE que se declara marxista-leninista. Su estrella tiene el contorno dorado y el fondo rojo de su bandera, que además incluye la hoz y el martillo, simbolizando así su apego a la Unión Soviética.

Luego está el Partit Republicà Català, cuya estrella viene de la bandera independentista catalana. La estelada, como se la conoce, la creó Vicenç-Albert Ballester i Camps en 1918 inspirándose en la bandera cubana. La combinación de colores (estrella blanca, fondo azul y las cuatro barras rojas) recuerda a la bandera francesa y a los ideales de la revolución.


Ya por último, tenemos a la Unión Centrista Liberal, partido de tendencia liberal que se inspira en las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812, son lo que se dice unos renovadores, vaya. Es la formación que más estrellas tiene en su símbolo, las doce de la Unión Europea (la UE de los doce, claro).