Sigue intentándolo una y mil veces. Sin descanso. Aunque derriben tus cimientos con cargas de dinamita. Aunque el mundo no se divida entre justos e injustos. Aunque muchos esfuerzos no sirvan de nada. Repítelo frente al espejo. Aunque no te quieran, sigue intentándolo. Por esa sensación de haberlo logrado. Por la justicia, y porque el esfuerzo haya valido la pena. Sigue intentándolo.
sábado, 30 de junio de 2012
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