El otro día, en una clase de la asignatura llamada Relaciones Internacionales, el profesor, Pedro Lozano Bartolozzi, remarcó un hecho muy curioso. Se trata de la permanencia de ciertas constantes a lo largo de la historia.
Por ejemplo, el caso de Cartago. Esta ciudad fue fundada por los fenicios, civilización que habitaba en el actual Líbano y se expandió comercialmente a lo largo del Mediterráneo los tres últimos milenios de la era antes de Cristo. A ellos les debemos nuestro sencillo alfabeto. Cartago fue la principal rival de Roma. Las dos ciudades protagonizaron unas duras guerras conocidas como Guerras Púnicas. La tercera y última acabó con la destrucción de Cartago el 146 a.C.
Sin embargo, el espíritu cartaginés permaneció en Cartagena, ciudad fundada el 228 a.C. por un general cartaginés. No en vano los romanos la conocían como Cartago Nova, traducción literal del nombre cartaginés. 1700 años después, el conquistador Pedro de Heredia creó otra ciudad en la actual Colombia llamada Cartagena de Indias.
Algo de ese pueblo que nos regaló todo un sistema de escritura permanece en la portuaria ciudad del Atlántico. Se podría llegar a decir, pues, que en la Historia hay siempre algo que permanece, que el espíritu de los antepasados se encuentra en todas y cada una de las acciones que llevamos a cabo.
A mí, todo esto me recuerda al Eterno Retorno de Nietzsche. Es un concepto muy complejo que igual yo no he entendido bien, pero creo que se refiere a una concepción cíclica de la Historia. El filósofo alemán lo toma de Heráclito, que en resumidas cuentas decía que todo fluye en un proceso cíclico. Así pues, en cierta medida, todo se va repitiendo a lo largo del tiempo, pero no como algo permanente, sino con cambio.
Al fin, el pueblo fenicio pervive todavía entre nosotros, pero no ya como civilización mediterránea, sino como ciudad en el Atlántico. El curso de la Historia se demuestra, una vez más, como un eterno círculo.
viernes, 20 de febrero de 2009
Ouroboros
"Al mismo río entras y no entras, pues eres y no eres." Heráclito
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1 comentarios:
Te doy unas líneas más para tu entrada.
http://es.wikipedia.org/wiki/Blas_de_Lezo
Cartagena de Indias, como la Cartago clásica, también fue víctima de un enemigo poderoso y de asedios increíbles.
Yo soy de los que creo que hay algo cíclico en el ser humano
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