- Me siento incómodo viviendo con los ojos abiertos. No me atrevo. Quiero volver a la cama, dormir, tengo sueño…
- No puedes volver a la cama, ¿no ves que los sueños no te dejan dormir?
- ¿Pero por qué han venido a despertarme tan pronto? ¿No les dije que me dejaran en paz? ¿No les dije que quería dormir, que sólo yo elegiría la hora?
- Te despiertan sin avisar, así son los sueños. Te suben la persiana y dejan pasar la luz. Al principio cuesta, claro que cuesta. Pero luego te acostumbras. Y con el paso del tiempo, el sol se apaga y llega la noche. Entonces puedes volver a bajarla: para poder soñar, para dormir tranquilo, para poder olvidar.
martes, 16 de diciembre de 2008
Persianas
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