domingo, 28 de diciembre de 2008

Por la Paz y la Hipocresía

Después de unos meses sin ir a casa cuando uno vuelve siempre le preguntan lo típico: que cómo va la vida, las novedades, los estudios...Esta vez, además, a uno le han preguntado sobre un hecho que ya casi tenía olvidado: el atentado en su universidad. ¡Es verdad! Y venga a preguntar sobre eso, y venga a rememorar cómo fue todo y cómo se vivió todo.

Una de las cosas que más me ha quedado en la memoria fueron los gritos que se lanzaron contra el terrorismo, en favor de la paz, la vergüenza que suonía el uso de la violencia para fines políticos, la infamia de atentar en el centro del saber, los insultos, las promesas de venganzas. También me acuerdo de la rabia colectiva y de los movimientos que hubo. No sólo los oficiales, sino que por una vez parecía que la juventud se movía, sobre todo por internet, por un ideal: la Paz.

Sin embargo, uno ve como fácilmente la gente es voluble, colérica y manipulable. Cuando toca levantar la voz con rabia contra el atentado del lado lo hacen. Y si es necesario se sale a la calle, se grita y se llevan pancartas. ¿Dónde estáis ahora que han asesinado, de momento porque la cifra va en aumento, a 282 personas? ¿Quién clama contra el terrorismo de estado en Palestina? ¿Por qué no se sale a la calle para defender la vida de estos inocentes muertos sin razón alguna? ¿Dónde estáis ahora los que hacíais eventos en tuentis para parar esta carnicería constante y sangrienta? ¿Quién los tiene lo suficientemente bien puestos para decir: Israel No ¡Basta ya!?


¿Por qué sólo nos movemos cuando las cosas pasan a cinco centímetros de nuestras narices?

"Los Estados poderosos sólo pueden sostenerse por el crimen. Los Estados pequeños sólo son virtuosos porque son débiles" (Mikhaïl Aleksàndrovitx Bakunin)

FOTO: AP

miércoles, 24 de diciembre de 2008

THE I.N.V.S.B.L.

Pin Jack Jackin As Flow era un niño peculiar. Lo mismo era negro que blanco, que tenía cabeza de extraterrestre simpático o le salía la vena guerrera e iba con una espada en la mano. Y cuando hacíamos los viajes en coche, los largos, los de los caramelos de limón y naranja, siempre venía corriendo al lado de mi ventanilla. Pudiendo con todos los obstáculos. Coronando las montañas. Adelantándonos en los peajes.


Otras veces me acompañaba en el pueblo, cuando la noche daba miedo y era hora de volver a casa. Admito que entonces el aliento de Pin Jack Jackin me asustaba, y corría todo lo fuerte, cuesta abajo y brincando escaleras de siete en siete, que podía. Pero cuanto más rápido iban mis piernas, más se desbocaba mi alma, menos me fiaba de Pin Jack.
Claro que, como todo amigo invisible, llegó el día en que Pin desapareció. La ventaja que tiene la gente así, es que como son invisibles, no se les puede enterrar. De vez en cuando aún lo llevo conmigo.

lunes, 22 de diciembre de 2008

Una pregunta para ustedes

Este es el clásico problema de trenes pero con autobuses:

Si un autobús sale de Puerto Montt a Santiago de Chile (distancia de poco más de mil km) a las 8 y media de la tarde y otro autobús sale de Pamplona a Zaragoza a las 8 y media de la tarde (unos 200 km), ¿por qué el primero me cuesta el equivalente a 11 euros mientras que el precio del segundo ronda los 13?

Otros datos: el autobús chileno tiene dos conductores que se turnan antes de las 5 horas por ley y además conduce de noche.

Añado que hay muchas posibilidades, como decir que el autobús chileno podría tener asientos más pequeños (que no los tiene) o que podría ir a menor velocidad (que sí, corre cerca de los 90 y no puede pasar de 100), pero en cualquier caso si se da una solución basada en varios factores tienen que decirse todos y sí hay sólo un factor tiene que ser determinante para tanta diferencia de precio. Teneis hasta fin de año, el ganador se lleva un regalo sorpresa.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Ignorancia a la americana


Es rubia está como un verdadero queso. Guapa y perfecta. Por lo menos en el aspecto exterior. Es ella es Kellie Pickler una cantante de Country estadounidense (no americana, porque americanos los hay de más países) .El otro día en un la versión de Sabes más que un niño de primaria nuestra belleza ante una pregunta sobre la capital de Dinamarca le surgió la siguiente reflexión_ "Yo pensé que Europa era un país".

Bastante bien va el mundo.

martes, 16 de diciembre de 2008

Persianas



- Me siento incómodo viviendo con los ojos abiertos. No me atrevo. Quiero volver a la cama, dormir, tengo sueño…

- No puedes volver a la cama, ¿no ves que los sueños no te dejan dormir?

- ¿Pero por qué han venido a despertarme tan pronto? ¿No les dije que me dejaran en paz? ¿No les dije que quería dormir, que sólo yo elegiría la hora?

- Te despiertan sin avisar, así son los sueños. Te suben la persiana y dejan pasar la luz. Al principio cuesta, claro que cuesta. Pero luego te acostumbras. Y con el paso del tiempo, el sol se apaga y llega la noche. Entonces puedes volver a bajarla: para poder soñar, para dormir tranquilo, para poder olvidar.

lunes, 15 de diciembre de 2008

Blanco y negro

Toda su vida estuvo ligada a un color, el negro, el color de sus padres. Era negro mientras en el colegio sus compañeros no paraban de machacarle y de marginarle. Era negro cuando quiso entrar en la universidad y, a pesar de sus excelentes notas, no le admitieron en ninguna. Era negro cuando quiso acceder a un trabajo digno pero sólo le ofrecieron trabajos de negros. Sólo al final de su vida fue blanco. El blanco del disparo de un psicópata neonazi.

domingo, 14 de diciembre de 2008

Enfermedades


- Siento cosas raras en la tripa
- ¿Diarrea?
- No. Creo que es amor
- ¿Amor?
- Sí. Cuando la veo me entran sudores fríos y no duermo bien por las noches
- Parece chungo. Dicen que eso suele tardar en curarse
- No lo sé
- Podrías llamarla
- ¿Llamarla?
- Sí
- No me atrevo
- ¡Venga! No seas cobarde ¿Quieres seguir así?
- Venga va, la llamo.

················································································

- ¿Sí?
- Eh… Hola, ¿doctora Alicia?, soy Jaime, ¿se acuerda de mí?
- Mmm… sí, ¿el paciente del lunes verdad? Dígame
- Pues… tengo una duda ¿Quiere cenar conmigo el viernes que viene?
- ¿Cenar con usted?
- Eh…sí. Verá, creo que estoy enfermo

viernes, 12 de diciembre de 2008

La universalidad del Arte

Hace poco me regalaron un magnífico libro. Se trata de las Poesías Completas de Antonio Machado. Lo edita Espasa, una empresa de prestigio reconocido y vastas colecciones repletas de buenos autores. Este en concreto, como su propio título indica, contiene t0das las poesías publicadas de Machado, además de un comentario crítico al inicio y una guía de lectura al final.

En este comentario del principio se habla varias veces de "nuestro poeta". Podría ser que el sentido del sintagma fuera referirse al poeta que se está tratando en el libro, por eso es "nuestro". Sin embargo, no sé por qué me da la impresión que cuando se refiere con esas palabras a Machado lo que está haciendo es tomándolo en propiedad, es decir, con ello se refiere al poeta español o, más ampliamente, al poeta que escribe en castellano. Pero, ¿realmente tenemos derecho a enjaularlo de esta manera?

Yo creo que el arte es algo universal. Todo el mundo tiene que tener acceso a él, en cualquiera de sus manifestaciones, en la medida de lo posible. Por lo tanto, considero que estas reduccionistas denominaciones pervierten el sentido de su obra. A Machado lo puede leer quien tenga la oportunidad, porque es un genio, y los genios hablan al mundo, a todos, sin diferencias de clase, sexo, color, nacimiento...Porque se refieren a lo más profundo de cada uno, y en esto el hombre no entiende de diferencias.


Algunos de los que tengáis la suerte o la desgracia de conocerme pensareis que seguramente digo esto de Machado porque es español, que si fuera catalán no lo diría, es más lo aplaudiría y sería el primero en recordar su proveniencia. Y seguramente alguna vez lo habré hecho.
No obstante, aquí dejo escrito esto, y me lo podéis retraer cuando queráis: el arte (si realmente es arte) no entiende de fronteras, ni de banderas, ni de colores; es de todos y para todos.

Admiro profundamente a la gente que hace lo posible para que esto se cumpla. Por ejemplo, el fructífero escritor Alberto Vázquez-Figueroa cuelga todos los libros que publica en internet. Me gustaría saber si algunos de los que hacen ahora lo mismo y llegan a tener éxito lo seguirán haciendo.

El sábado pasado fui a Donostia, además del genial día del que disfruté, vi en una plaza una señora que cosía bonitos tapices. En un cartelito encima de un bote con monedas ponía: "No vendo mis obras, son para todo el mundo". Me encantó aquella frase. Y dejé lo que tenía en el bolsillo en el bote. (Para los que tengáis la suerte o la desgracia de conocerme: os puedo asegurar que es cierto, y que lo que tenía en el bolsillo eran monedas).

Te recordaré con cariño, lo prometo



De verdad que no lo sabía, te lo prometo querido boli. El día en que Berna me pidió un bolígrafo negro no sabía que las cosas acabarían así. Pensaba simplemente que te usaría una noche y ya está, que luego volverías a mí, y todo sería como la primera vez. Pero se me olvidó llamarte al día siguiente. Se me olvidó preguntar por ti.

Y me vienen a la memoria los recuerdos imperecederos que juntos conseguimos hacer imborrables. Aquellos exámenes de primero de bachillerato, donde jugábamos a hacer márgenes y tú escribías siempre tan fino, tan claro, tan limpio. Llegó segundo y seguiste allí, con tu tinta inagotable. Parecía infinita. Cierto es que sólo te usaba para los exámenes, al igual que aquellos entrenadores que reservan a sus mejores jugadores para los partidos transcendentales. Se nos echó encima la Universidad y descubrimos que se podían escribir más de tres folios en un solo examen. Y la experiencia fue increíble. El placer, máximo.

Recuerdo aquella vez en que se te acabó la tinta. Corrí a buscar dónde te habían hecho y me enteré que en Alemania. Pero ahora todo está cerca cuando se busca en Internet y las páginas se traducen. También ayuda que algunas empresas tengan servicios de atención al cliente y que además, estén dispuestos a mandarte de regalo un pack de 6 bolígrafos, igualitos a ti, de los que sólo tuve que coger su tubo de tinta.

Y el otro día dejé que escaparas... No pensé en las consecuencias. Él me pidió tus servicios y yo no lo dudé. No podía negar que dos de mis amigos se conocieran, sería muy egoísta por mi parte.

Al día siguiente pregunté por ti. Olvidaba con quién te había dejado… Te busqué por los suelos y estuches, pero nunca te encontré allí. Te di por perdido y bajé los brazos.

Y de repente un día, me sorprendes. Te creía desaparecido y al fin te vi. Estabas muy cambiado. Quedaba poco de aquel boli, de plástico gris, tinta negra y sujeción dura. Parecías destrozado, roído e inservible. Ya no quedaba nada de aquel bolígrafo con el que había compartido momentos inolvidables: firmar sobre un papel en blanco, dibujar caras graciosas, sudokus, quinielas… lo hacíamos todo juntos.

Ahora ya no sabría ser tu dueño. Ya no eres el boli al que yo quería, has cambiado. Y lo siento por no imaginar que Berna era un caníbal de utensilios de escritura, y un caníbal de los buenos, de los despiadados, de esos que primero te muerden con la pala y después te rematan con la muela en los momentos en que puede el aburrimiento. Desde aquí te deseo lo mejor, de verdad. Recuperate pronto y por favor, rehaz tu vida, es lo mejor para los dos.


*Dedicado a Berna, el hombre al que un boli nunca debe ni debió ser dejado

martes, 9 de diciembre de 2008

Necesidad básica



















No necesitábamos ninguna otra cosa
en aquellas noches de farolas sin hora
miradas en fuga desnudando palabras
jugaban con frases que parecían de broma

No necesitábamos ninguna otra cosa
en aquellas tardes de frío en invierno
calefacción, carretera y un par de mantas
me contabas el día y qué tal estabas

No necesitábamos ninguna otra cosa
en improvisadas canciones dentro del coche
tarareábamos juntos con los ojos cerrados
y reías conmigo si olvidaba la letra

Y en esos días te imaginaba a mi lado
con calma, viento, tempestad o marea
un barco duro que viajaba con fuerza
donde a mano siempre había una cuerda

Me convencía inútil y también me engañaba
al tratar de olvidarte y ver cosas malas
pero resultó imposible odiar todo aquello
porque sin ello nunca me hubieras gustado

No hacía falta ninguna otra cosa
que confirmara aquello que estuve ocultando
miedo a saltar al vacío sin tenerte a mi lado
a sentirme un traidor y a arruinarlo todo

Necesito que desaparezca la raíz de tu árbol
que tu sombra deje de ser alargada
poder ver los troncos de algún otro árbol
recordar con cariño cómo eran tus labios

Lo que necesito ahora es no necesitarte
no quererte siempre cuando ya te has ido
ayudarte, escucharte y que hagas lo mismo
que me necesites, como yo te necesito

lunes, 8 de diciembre de 2008

Papá, Pluto me mira raro


- ¿Qué tenemos, Joe?

- Otro niño desaparecido.


Se me removieron las entrañas; cada vez me afectaban más este tipo de casos y más desde que nació mi hijo. Ahora casi me podía poner en la piel de aquellos padres.


- Vamos, siéntate – cerré la puerta y me senté.

- ¿Dónde ha sido esta vez?

- En Disneyland. Sus padres le hicieron esta foto una hora antes de denunciar la desaparición – Joe sacó una foto del fichero; mostraba a dos niños bailando junto a un personaje de la película animada “El jorobado de Notre Dame”.

- ¿Quién es?

- Éste, el de la derecha.


El chico rondaría los 8 años. Iba vestido con un polo gris a rayas negras y amarillas y unos vaqueros. Con una de las manos agarraba al arlequín y con la otra sujetaba un gorro de bufón.


- ¿Algún sospechoso?

- Sí – Joe sacó otra foto del archivador.

- ¡¿Pluto?!

- Pluto.

- ¿Pluto el perro?

- Pluto el perro.

- Venga Joe, no me jodas.


Esperé que se riera, que confesara la broma, pero no, el jefe ni se inmutó. Reconocí esa cara, estaba hablando en serio, muy en serio.


- Bueno, ¿lo han interrogado?

- No, está muerto, lo asesinaron.

- Pero… ¿qué clase de miserable es capaz de matar a Pluto? – pensé – ¿Se sabe quién ha sido? – pregunté.

- Sí, Mickey.

- ¿Mickey?, ¿qué Mickey?

- Mickey Mouse, el ratón.


Fingí que esperaba la respuesta, que conocía la vena psicópata de aquel ratón de dibujos animados. Me levanté a prepararme un café, quizá eso me ayudara a tragar semejante historia.


- No queda – debía digerir aquello de otra forma. Me volví a sentar.

- Vamos Mike, cálmate. Sé que la historia es rara pero ya verás como si te la explico tiene sentido.

- Adelante – le desafié.

- Verás, el trabajo de mascotas en Disneyland París es un paraíso para la inmigración ilegal; ningún investigador revisa si estos personajes tienen los papeles en regla, son demasiado divertidos para ser sospechosos de nada. Eso lo aprovechan los peces gordos del parque para fichar ilegales por cuatro duros y éstos no se quejan porque es un trabajo seguro. Sin embargo, un día Pluto se hartó y pidió a los jefes un aumento de sueldo; sus compañeros pensaron que aquella petición podría poner en peligro su trabajo y lo amenazaron. Sin embargo, Pluto hizo caso omiso de la advertencia y optó por actuar. Ingenió un plan…

- A ver Joe, para un poco. Necesito unos segundos para asimilar todo esto.

- Lo siento Mike, pero no hay tiempo que perder. Como iba diciendo, Pluto ingenió un plan, secuestrar a un niño y chantajear al parque con no devolverlo si no accedían a sus peticiones; nada podía salir mal, los jefes pagarían lo antes posible para que le seguridad del parque no quedara en entredicho. Sin embargo, no todo fue como esperaba, la banda de Mickey cumplió la amenaza y se cargó a Pluto; Mickey no aguantó la presión y no tardó en entregarse a la policía. Y claro, el niño sigue donde Pluto lo dejó; pero Pluto ya no puede decirnos el lugar. Aquí entras tú, tienes que encontrar al pequeño lo antes posible.


Creo que no pestañeé ni una sola vez durante toda la historia. Esa extraña mezcla entre realidad y ficción, entre niños desaparecidos y ratones asesinos… simplemente, me fascinó.


¡Hola a todos!

Señoras, señores, onomatopeyistas... permítanme presentarme. Soy Sergio Otegui, amigo de Josemi y Nil y futuro amigo vuestro ^^. He sido invitado por Josemi a formar parte de este interesante blog y ha sido una oferta que no he podido rechazar... así que a partir de ahora os "deleitaré" con mis creaciones literarias. ¡Un saludo!


P.D. Mi otro blog --> http://meningoblog.blogspot.com/

sábado, 6 de diciembre de 2008

Voleibol

Cómo se juega en Chile.

http://espndeportes.espn.go.com/news/story?id=750102&s=otr&type=story

Veinticuatro


El día tiene veinticuatro horas. Veinticuatro horas para dormir, comer, vivir. Veinticuatro horas parar reír, llorar, pensar. Veinticuatro horas para viajar, andar, descansar.

Para beber, escribir, leer. Para ver, observar, escuchar. Para hablar, gritar, tocar. Para comprar, gastar, ahorrar. Para besar, abrazar, rasgar.

El día tiene veinticuatro horas, sólo veinticuatro. Cuando se acaban viene otro día, pero ya hemos perdido uno. Todo lo que no hayamos hecho el día anterior es algo perdido. Todo lo que hayamos hecho ya nos acompañará en nosotros hasta el fin de nuestros días. Formará parte de nosotros, no nos dejará nunca. Esta es la suerte de irte a la cama sabiendo que hoy has disfrutado de un gran día: ya nadie te lo quitará.

Y recordad que la vida solo tiene cuatro días.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Puro teatro


Eran dos tontos enamorados. Caminaban siempre de la mano con pasos rítmicos, casi ensayados. Lo más parecido a una pareja siamesa: donde iba uno, iba el otro.

Habían hecho del “te quiero” una falsa frase monótona, provocando así que las palabras perdieran gran parte de su significado. “Te quiero” se había convertido en un simple saludo instintivo, natural. Y ya no sabían, o no podían expresar con palabras, cuánto querían a la otra persona. De tanto decirlo, habían conseguido que ni ellos mismos se lo creyeran.

Gritaban al mundo lo precioso y bonito que era su amor. Pero la realidad decía que aquello no podía ser tan maravilloso. Sus caras, sus abrazos y sus sonrisas lucían falsas en todas sus fotos. Practicaban con frecuencia el arte de aparentar.

Y de tanto aparentar y hacer creer al mundo que su amor era inmenso, universal y perfecto, la cosa se apagó. Ya no sabían querer a la otra persona. Habían estado tanto tiempo encerrados en aquel teatro que al salir no reconocieron lo que había fuera: el maldito mundo real.

Hermanos, The Dude os salvará

El mundo es una mierda hermanos. La sociedad occidental es un decadente amasijo de telebasura, macrobotellones subvencionados, médicos farloperos, multimillonarios frustrados amantes del bondage, niñas que dejaron antes el sujetador que el biberón y licenciados en Ciencias de la Comunicación. El fin está cerca. Y luego están los malditos nihilistas. “Nihilists! Fuck me. I mean, say what you like about the tenets of National Socialism, Dude, at least it's an ethos”. En estos tiempos de extrovertida superficialidad y compraventa de compañía, en esta era de alfombras sintéticas y crematorios de lujo, sólo un hombre puede salvarnos. Ese hombre es Lebowski, el tipo que hará frente a los infieles creacionistas y cienciólogos al ritmo de la Creedence. Y es que no ha sido hasta ahora cuando la palabra de The Dude ha sido grabada en un disco duro, por mucho que a lo largo de la historia el Dudeísmo haya tenido una trascendencia clave en el transcurrir del hombre. Tal y como aseguran desde el creíble sitio oficial, el primer profeta fue Lao Tzu, quien a su vez también se sacó de la barba de chivo el taoísmo. Quién sabe si también inventó las Telecasters y el tapping. El caso es que aseguran que se montó en un búfalo y llegó a América en busca de mejores pastos. Lo que no especifican es si cruzaron por el Bering o, por el contrario, abrieron el Pacífico. Si es así, lo de Moisés sería algo realmente patético. Pero no sólo Lao Tzu es un afamado Dudeísta, también otros iconos religiosos como Buda, Snoopy –gran teórico y práctico, acuño una de las grandes preguntas retóricas de esta corriente, aquella que rezaba "My life has no purpose, no direction, no aim, no meaning, and yet I'm happy. I can't figure it out. What am I doing right?"- e, incluso, Jesucristo, quien al parecer se pasó al Dudeísmo al ver que tanto romanos como fariseos “were fucking fascists”, siendo en realidad no era hijo de un ser supremo, sólo un buen tipo. No hay una conexión literal. Todo hasta llegar al Über-Dude, Jeff Lebowski, el individuo que “takes it easy for all us sinners”. Esto podría parecer una tremenda estupidez pero es la tremenda estupidez con más sentido común a la que podáis rendir culto. Y encima es sencilla y reside en el fondo de vuestro acartonado subconsciente.

Los mandamientos, numerosos pero con una caligrafía muy superior a la de Moisés, son de una utilidad que nos guiará para toda nuestra vida, más allá de cualquier alfombra. The Dude nos dice que no confiemos en la gente de aspecto exitoso que quiera contratarnos para resolver turbios trabajillos. Si usted es un pederasta latinoamericano (que no chicano), identifíquese con una religión mayoritaria. Soltad siempre frases hechas que no vengan a cuento de una manera convincente. No aparquéis en una plaza de minusválidos, más aún si lleváis un millón de $ en el maletero. No tener ética a veces es tenerla. Aunque generalmente sea mala. Si vais a tirar un objeto en llamas en una persecución bajad la ventanilla. Tampoco deberíais ir bebidos, aunque bien es cierto que la cerveza os resultará útil para extinguir las llamas del susodicho objeto. ¿Nihilistas? "I fuck you in the ass, I fuck you in the ass, I fuck you, I fuck you, I fuck you, I fuck..." Todos son aplicables a la vida real. Si una millonaria artista vaginal desea acostarse con vosotros, no hagáis preguntas. Y lo más importante, nunca confiéis en un taxista afroamericano que disfrute escuchando a los Eagles. Los carga el Demonio. Si todos los taxistas afroamericanos se fuesen sin pagar del Hotel California y estrellasen su coche contra el Green River toda esta era de decadencia posterior a Vietnam terminaría. "What the fuck does Vietnam have to do with anything! What the fuck were you talking about?". El futuro ya no es lo que era.

La felicidad está a un simple click de distancia aquí. Es gratis, claro.