sábado, 1 de noviembre de 2008

Fiesta de la democracia (II)

Dicen que después del atentado hay que volver a la vida normal. Vale. Como se esperaba, el ganador en mi comuna fue De la Maza de la gente, candidato Independiente, con un 75% de los votos. La mayoría de los encuestados por mí, que no llegan a diez y quizá tampoco a cinco, dicen que es un tipo que no les gusta nada, pero admiran su independencia. En el sistema electoral chileno se elige por una parte al alcalde, por mayoría simple, si gana bien y si no no es nada, y por otra a los concejales, entran los ocho más votados, que se votan con independencia del alcalde. Como se suelen presentar varios concejales de cada partido, hay disputas por ver quién sale en el cartel con el candidato a alcalde. En cuanto a la elección de los alcaldables, también hay disputas, porque el sistema favorece grandes alianzas, así que cada alianza se disputa el candidato a presentar según la fuerza que tengan y no por el que tenga más posibilidades de ganar. Por ejemplo, éste año los comunistas impusieron a los demócratacristianos (aquí de centro izquierda) 14 candidatos más de los que les tocarían según el porcentaje de votos (un 25% más o menos del PDC frente a un 5% del PC) bajo pena de abandonar el pacto.

Otra cosa curiosa de la democracia chilena es la comuna de Santiago. Está situada en el centro, es donde nació la ciudad, bastante popular (no Popular como en España) y no es de las más grandes, sin embargo los partidos ponen a sus pesos más pesados a luchar por ella. La concertación (izquierda) presentaba a Jaime Ravinet, histórico del PDC, que ya había sido tres veces alcalde de la comuna en los noventa y del que se había hablado en las primarias para las presidenciales en más de una ocasión. En las elecciones del 2000, sin embargo, se tuvo que retirar porque la Concertación estimó más oportuno presentar a la parienta de un tipo importante, que inexplicablemente sacó la mitad de los votos que su rival más directo (Lavín, que todavía conservaba el tirón meses después de haber perdido las presidenciales, ahora no lo conserva, 20% en las presidenciales de 2005, pero todos los candidatos buscan una foto con él). La Alianza (derecha) presentó a Pablo Zalaquet, un joven alcalde de una comuna bastante Independiente (La Florida) que tenía problemas con los discursos y que empezaba muy por debajo en las encuestas. La sorpresa: el ganó en Santiago pero La Florida se volvió dependiente. Por cierto, que en Chile los candidatos independientes (de verdad) también ganan. Por ejemplo, en regiones es bastante normal que ganen los candidatos que corren por fuera, ya que son ciudades más pequeñas y son conocidos sin necesidad de entrar a ningún partido.

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