martes, 30 de septiembre de 2008

No hay lugar para los débiles


Soy uno de esos fracasados que se marcan fechas como inicio de un cambio en su rutina diaria. Este mes de septiembre la meta es hacer deporte tres días a la semana. O lo que es lo mismo, el abandono del sedentarismo.

El gimnasio es un lugar horrible, una sala de torturas, aunque voluntaria: tú escoges la máquina en la que deseas morir. Los cristales suelen estar empañados y me cuesta horrores no poder escribir en ellos. El lugar ocupa unos 100 metros cuadrados, y el abigarramiento de las máquinas no deja lugar para los débiles. Procuro no mirarlas, pero ellas me miran a mí. “Ven aquí maldito, ven aquí” parecen decirme.

Allí las respiraciones marcan el ritmo, y el hilo musical se esfuerza en competir con el sonido de los pasos y los bufidos de los desalmados. Pero es imposible. En una de las esquinas, cuatro cintas forman en fila para los más valientes, para los más osados, para aquellos soldados que desean seguir combatiendo.

Esta es mi tercera semana en el campo de batalla, no hay tregua. Me levanto por las mañanas y camino 15 minutos hasta allí. Por lo general no va mucha gente –a nadie le gusta combatir en una guerra-, pero sí hay alguien que casi nunca suele fallar.

Se trata de un hombre de unos cuarenta años, bajito y con poco pelo. Todas las mañanas, cuando llego, está montado sobre la cinta, y cuando me voy, se queda allí, dándole, impasible: paso continuo, respiración acompasada, calcetines subidos, camiseta empapada, cabeza bien alta y pendiente del 10 % (una burrada).

El primer día, siendo todavía un novato entre la tropa, me desanimó ver las agallas de aquel soldado. En él veía las cicatrices de la veteranía, las agallas de una persona que aun con el paso del tiempo se atrevía a sufrir cada día. Y me daba una envidia que te mueres.

Como he dicho, nunca lo vi bajándose de la cinta, nunca lo vi en otra máquina, nunca lo vi yéndose. Pero el viernes pasado, por la mañana, se bajó.

El hombre subía la pendiente del 10 %, sin parar. Parecía cansado y agotado. De repente, decidió pulsar el botón de stop y parar la máquina. El sonido de los pasos era cada vez menos ruidoso y la pendiente se igualaba con la horizontalidad del suelo. Con una toalla se secaba el sudor. Ya era hora de dejar de correr, era el turno de otra cosa. “Qué extraño, se baja” pensé yo. Cuando se detuvo por completo, cogió intuitivamente una vara blanca del suelo y la sujetó con la mano derecha.

Era ciego. Aquel tipo era ciego, y no me había dado ni cuenta. El hombre se movía como pez en el agua por una sala llena de obstáculos. Sus movimientos eran precisos y exactos. Su ceguera parecía ser una anécdota casual semejante a una peca sobre el labio o a unas orejas puntiagudas. Era ciego, ¿y qué?

Hoy, martes, he vuelto a combatir en esa sala, y al irme, él se ha quedado allí, con su pendiente del 10%. ¿Yo? Yo no he durado ni 20 minutos…

lunes, 29 de septiembre de 2008

No me dejarán bautizar a nadie

Cojo los cuadernos, las fotocopias, las hojas blancas de papel de mis dos cursos de Bachiller y busco y rebusco. Por aquellos tiempos me pasaba las mañanas en clase haciendo el tonto: tírale una manzana a éste, hazte cómplice del mismo entre clases para lanzar un tropel de aviones de papel por la ventana, habla con el de al lado, aplaude con tus compañeros, interrumpe al profesor, o juega a fútbol con el borrador de la pizarra si el irakasle no viene, ríete de las respuestas que se dan a las preguntas, pon una excusa in- creíble a “ ¿ Por qué no has hecho la tarea?”, juega con las tizas, esconde el material de tus amigos... en fin, en un curso tan duro, lo principal era mearse de risa. Aún echo de menos tanta chuminada.


Y de todas las que recuerdo, una de las que más me viene a la cabeza es aquella en la que me dio por inventar nombres. En mi agenda, que servía para todo excepto para ordenar mi vida, escribí del orden de unos cincuenta o sesenta, casi todos de mi propia invención ( ninguno más serio que “ Joseba Cilarte” o “ Xabier Tolarraja”).

El caso es que no he encontrado mi preciado documento, ni en la agenda ni entre ningún otro montón de papeles y fotocopias. Tal vez alguien se lo guardara, tal vez se lo regalara a alguno de mis compañeros. En cualquier caso, me encantaría recuperar dicha lista de nombres. Desgraciadamente no recuerdo demasiados, y tan sólo puedo citar unos pocos:

Conchi Nadedosky, Mandy Choquenó, Chris Talera, Ben Tanal, Yoko Momucho, Ron Pecabezas, Mikel Idoamigo, Berta N´Gazos, Ander Apado, David Cocho, Tommy Colápiz, Eneko Caína, Carl Imocho, Vega Solina, Ion Karra, Sam Eao, Nico Tina, Phil Amento, Seth Ermina, Almu Adilla, Paz Tillero, Eva Caburra, Pitt Illero...

En fin, de todas formas prometo esforzarme para sacar una lista que se aproxime en calidad a la de Schindler ( en la medida de lo posible).

sábado, 27 de septiembre de 2008

Apuntes de "John" contra "Senator Obama" (y II)

... John no quería entrar en un cuerpo a cuerpo frente a Senator Obama. Ya cometió el error de darle demasiada importancia considerándolo su rival cuando todavía el de Illinois todavía pugnaba con Hillary Clinton como para volver a errar con algo similar. John le hizo el vacío.

Pero Senator Obama no respondía a la hostilidad. Sonriente e incluso dando la razón al de Arizona una vez cada nueve minutos (unas diez en total), Senator Obama, cuya imbecilidad de pelele podía irritar al demócrata más exaltado, ni perdió los papeles ni se los hizo perder a John en lo que fue un algo interesante pero plano debate sin alardes de ningún tipo. Decepcionante dirían algunos.

Mientras que Johnny pasó una noche tranquila junto a su fusil, evocando su veteranía y su experiencia hasta cuando fue al servicio antes de subirse al escenario, Senator Obama abandonó anoche el "discurso del cambio" por un "discurso cambiante". A saber, a riesgo de la ofensiva por tierra, mar y aire con la que podía responder el pragmatista John a un discurso rosa, Senator Obama dejó el sueño americano a un lado y se centró en hablar de cosas concretas que John rebatiría con menos pudor de lo que haría Senator Obama.

Hablo de John. No es casual el recurso constante que hizo a Ronald Reagan hasta en cinco ocasiones. El ex presidente nació en Tampico, Illinois, estado por el que es senador Obama. O porque antes de ser un presidente republicano
fue un conocido demócrata antes de dar el giro en los sesenta. Tampoco conviene olvidar los Reaganomics ni que el cuadragésimo presidente de los Estados Unidos alcanzó la presidencia en enero del 81 con cerca de setenta años -John tiene 72-. No es casual que John rehúya de George W. Bush y busque que le asocien con Ronald Reagan. "Señor Gorbachov: ¡Derribe este muro!". Y Senator Obama estaba subido al guindo porque mejor glúteo que ese para darle una cornada no iba a encontrar en toda la noche. Como si Rodríguez Zapatero evocara a Felipe González en un debate... Quizás ahí me haya excedido...

Vestidos de patriotismo. John vistió un traje oscuro como Senator Obama, aunque fue más patriota con una camisa de un azul muy claro y una corbata muy rayada roja y blanca, mientras que Senator Obama portó su habitual combinación de camisa blanca con una corbata granate y el pin de la bandera estadounidense en la solapa izquierda.

John-Senator Obama. Y finalmente quiero explicar por qué John y por qué Senator Obama. No me parece anecdótico que, además de no mirarle en todo el debate a la cara, John se refiriera a Barack Obama únicamente como Senator Obama, mientras que el joven llamara al de Arizona "Senator McCain", "John McCain" o incluso "John" a secas.

John se vio cómodo en el discurso castrense y de él procuró no salir. Senator Obama tampoco lo sacó. En esa misma línea se refirió a Obama como Senator Obama de la misma manera que quien llama al cadete Wilson una y otra vez. Sin concesiones. Marcando las distancias. Remarcando los rangos. Sigo a George Lakoff y podríamos apuntar que subyace en esta jerarquía la visión ordenada que el republicano tiene de la familia y del mundo.

Es el marco que
viene proponiendo el Partido Republicano: "Presentar al Presidente bajo la figura de un John Wayne padre de familia que educa severamente a sus hijos para que puedan sobrevivir en un mundo ferozmente competitivo en el cual nadie tiene derecho a nada más que a lo que pueda conseguir mediante su esfuerzo y astucia". Anoche, en el primer debate entre John y Senator Obama esto volvió a estar sobre la mesa.

Foto: John no le mira a Senator Obama ni aunque le paguen (NYT.com).

"John" contra "Senator Obama" (I)

El vencedor de un debate como el de anoche se decide antes de que arranque. Un enfrentamiento electoral no es un párrafo suelto de un discurso: es parte y consecuencia del propio discurso y de la trayectoria del candidato, que habrá generado horas antes todas las expectativas de salir victorioso o vapuleado. Así, 51-49 ganó John McCain.

Leo a "expertos que supuestamente entienden" decir que quedaron en un "empate muy igualado" (sic). Será porque esperaban menos que yo de Barack Obama o porque esperaban más que yo de John McCain. En realidad, cuando se pusieron ante los estrados, ninguno desentonó en ningún tema, si bien Senator Obama cedió el protagonismo en uno de "sus" temas, como es la economía -de la que se habló hasta las 3.38 a.m.- y al de Illinois se le vio más fino que a John en los dos temas elegidos para abrir fuego en el primero de los tres debates: política exterior y seguridad nacional, temas absolutamente imbricados hasta las trancas en un mundo como el de hoy.

Se reprocharon enviar aquí o allá partidas multimillonarias. Senator Obama habló de los 10.000 millones de dólares a Pakistán, "un gobierno que ha hecho lo que no tiene que hacer", a lo que John replicó con que cuando "Musharraf ascendió al cargo era un país fallido". En la primera intervención del tema, pareció que muy ingenuamente Senator Obama amenazaba a Pakistán, algo que John no dejó escapar: "Eso que ha dicho Senator Obama es algo que no se puede decir: si lo tienes que hacer, lo haces. Más vale que estés dispuesto a apretar el gatillo si se lo pones a alguien en la cabeza". "Yo no he dicho nada de atacar. He dicho que habrá que tomar medidas si no colaboran". "Usted, Senator Obama, no ha viajado a Afganistán cuando es el presidente del subcomité para Afganistán. Yo he estado y he visto qué es lo que hace falta".


Veteranos
El recurso a sí mismo como experto militar y la cercanía con los veteranos fue una constante en John. Resulto triste escuchar al final del debate cómo Senator Obama echaba mano del "yo soy miembro del Comité de Veteranos" cuando tenía a un ex combatiente de Vietnam enfrente y que hablaba del general Petreus, director de las operaciones en Irak, como quien habla de su hermano.

Hablaban de Afganistán en esos momentos, país en el que Senator Obama ve la piedra angular para empezar a resolver la inestabilidad de la zona antes incluso que Irak -"nos hemos desentendido de Afganistán y los autores del 11-S siguen mandando vídeos"-, a lo que John respondía una y otra vez, lo hizo en unas siete ocasiones en noventa minutos, que Senator Obama no sabe cómo funciona el mundo y que si Estados Unidos se marcha de Irak -"algo que ocurrirá si aceptamos el plan de Senator Obama"-, "será calamitoso para nosotros".

Se habló de Irán, de lo oportuno de sentarse sin condiciones previas con Mahmud Ahmadineyad y se enzarzaron al respecto, concluido por Senator Obama al decir que "sin condiciones previas me refiero a que no podemos ir a hablar diciendo 'o aceptáis esto que os vamos a proponer o no nos sentamos'". Ahí salió la España de Zapatero, utilizada por Senator Obama como arma arrojadiza -"¡John no se va a reunir ni con el primer ministro de un país que forma parte de la OTAN!"-. Irónico, John dijo que no iba a sellar "ya" el calendario de visitas a la Casa Blanca, porque "ni siquiera tengo el sello presidencial".


"Miro a los ojos a Putin y leo 'KGB'"
Con Rusia los dos coincidieron en la agresividad del Kremlin e incluso Senator Obama calificó al gigante frío como una "amenaza para la región". Todavía me pregunto a cuál de las regiones se refería Senator Obama: el Cáucaso, el Transdniéster, o incluso por Asia. Me lo pregunto. John, que se valió de la poética al mirar a los ojos de Vladímir Putin, salía con la base de su discurso, la experiencia: "Yo he estado mucho tiempo en Georgia, he estado mucho tiempo con Mikhail Saakashvili". Salieron a relucir los petrodólares de Rusia y Senator Obama lanzó una proclama en favor de las energias renovables visto que Estados Unidos consumen el 25% del petróleo y eso exige "una estrategia a la hora de sentarse frente a países -en absoluto elegidos al azar- como Rusia, Venezuela, Irán...".

El debate llegó al último acto a las 4.26 a.m.: la posibilidad de que haya un nuevo 11-S. John volvió a decir que "Senator Obama sigue sin entender lo que supone fracasar en Irak. El éxito del general Petreus es importante pero frágil todavía". John volvió a echar mano de Ronald Reagan y que, cómo pese a las dudas iniciales que suscitaba, su plan de Defensa Estratégica ayudó a acabar con la Guerra Fría.

El debate, que dejó más puntos en común que de enconado enfrentamiento -sobre todo en el primer largo e imprevisto tramo de economía-, fue dirigido por Jim Lehrer, quien intentó que los dos candidatos dialogaran. Labor a la que no estaba dispuesto John...(to be continued)


Foto: imagen del debate de anoche (Politico.com).

viernes, 26 de septiembre de 2008

We Are The Ones



Si no me quedo dormido, os analizaré, con permiso del Jefe-Redactor, el debate de esta noche. Como Lluís Bassets para Er Paí.

El alcohol de Finlandia

En el portal digital de La Vanguardia tienen una sección muy interesante que se llama Lectores corresponsales. Se trata de que seguidores del periódico que están por el mundo escriban al diario para dar su visión de la vida allí y compararla con la de aquí. Por lo general, se encuentran repartidos por el globo y en lugares donde no tienen corresponsales.

Me ha llamado la atención el escrito de un señor que actualmente habita en Finlandia. Trataba, como podréis suponer, sobre la matanza de diez colegiales que ocurrió hace pocos días en aquel país. Además de explicar cómo han reaccionado los medios de comunicación, analizaba por encima la sociedad finlandesa. Uno de los puntos que más me ha llamado la atención ha sido cuando describía su forma de beber, transcribo y traduzco (del catalán): “lo que nos diferencia es la manera de beber, nosotros bebemos socialmente, lo disfrutamos, ellos, en cambio, se lo beben todo enseguida, hasta caer borrachos”.

No sé cuánto tiempo hará que este señor esta fuera de aquí, pero, sinceramente, esta comparación la podríamos haber hecho al revés y quizá nadie notaría la diferencia. Es cierto que aquí abajo existe la llamada “cultura del vino”, y no es nada raro beber una cerveza o un vaso de vino para comer, a media tarde, etc. Sin embargo, esto no se puede aplicar a los jóvenes.

Los botellones que se organizan todos los fines de semana no son para disfrutar del alcohol (que se puede disfrutar) sino para caer borracho hasta casi perder el conocimiento. Yo mismo he participado, y participo, en estos botellones, pero no me gusta nada como método de relación. Creo que el alcohol no (sólo) sirve para emborracharse, sino que es una bebida más. Aunque, eso sí, puede causar un efecto que te permita disfrutar de determinados momentos y provocar un estado de la mente desconocido hasta aquel momento.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Los borrachos


( Dos hombres, melopea en mano y silla en el orto, traban cómplice enemistad con la lengua como cuchillo y los dientes como venda)
¿Eternidad dices? No la probaré.
Nunca?
Eternamente no.
La probarás.
Burro! Te he dicho que no!
Pero es un no para siempre. Eterno. O sea que de un modo u otro, has dicho que si.
Entonces porqué me has preguntado? Era una pregunta de si o si.
Casi.
A si? Y porque casi?
Porque la duda que te crea la pregunta, e incluso la respuesta, es la distancia que nos separa del saber absoluto.
Alguien dijo que el saber no ocupa lugar.
Lo que no ocupa el saber, lo ocupa el intentar saber.
Y eso es la duda?
O la incertidumbre, no estoy seguro.
Me asombras.
Imposible, puesto que no es mi intención.
Tu no puedes saber si me asombras o no.
No hablas bien. Deberías decir que eres asombrado, no que te asombro.
Hablaré como quiera.
Yyo te entenderé como pueda. No pidas lo que no des.
Vaya, ahora amas la autoridad.
Como todo hombre, sólo si la ejerzo.
Pues yo no pienso ser ejercido.
A eso quítale las dos últimas palabras.
Ya me has leído. No.
En mi nombre quedas detenido.
¿Y quién eres tú si se puede saber?
Un conocido, y sobre todo, conocedor tuyo.
Razón de más para dejarme volar.
Me das pena. Confómate con andar.
¿Y tú te haces llamar amigo?
Si. Pero tu me puedes llamar como quieras.
Ahora mismo no estoy dispuesto a llamarte. Como muy mucho, a hacerte referencia.
De esa manera, tal vez me haga famoso.
O tal vez no.
Déjame soñar!
Si te dejo soñar, mi sueño se acaba.
Y cual es, querido amigo, tu sueño si se puede saber?
Que tú no sueñes.
En ese caso, me voy a dormir.
Romperás mi sueño!
Y yo conciliaré el mío!
No te aguanto.
Suéltame el brazo!
(le pega)
Me refería al mío! (le devuelve).
Perdona, pensé que hablaba tu subconsciente.
Aquí no hay subconscientes, sólo inconscientes.
Dos.
Tienes razón. Tú por pegarme, y yo por dejar que te pegues a mi.
Llorarías si no lo hiciera.
De la emoción probablemente.
Eres un ser desdeñable sabes?
Qué dices de entrañable?
Que de eso no tienes nada.
Todo de alguien se aprende, así que es como si te autoculparas.
Yo creo más en la genealogía que en la enseñanza.
Tengo mejores antepasados de lo que crees.
¿A si? ¿Y en que te basas para decir eso?
En que mi familia nunca se mezcló con la tuya.
Por suerte para mi.
No hagas tuyos los méritos de otros.
Por lo que veo eres católico-apostólico-romano.
¿A qué viene eso?
A que predicas tan en vano como la iglesia.
Sí, tienes razón, predico en vano. Pero otros mienten.
Es verdad. Otros.
Te has preguntado alguna vez...
¿El que?
No, eso no.
No era una respuesta, era una pregunta.
Como bien dices, era. Ahora ya da igual.
Porque te conviene.
Más bien, porque a ti no.

( Cada cual mira su vaso y pide su ronda, dejando de lado al otro hasta que a las doce de la noche el sol comienza a esconderse)
Se nos hace tarde, ¿ lo dejamos?
¿El beber?
Claro que no. El bar, inepto.
Vete tú, yo me quedo un rato más con éstos.
¿Qué éstos? Se ve que la bebida te afecta tiempo a.
No eres el único hombre de mi vida, tengo más y mejores.
No me afectan tus infidelidades.
Comprensible, porque no lo son.
No lo son porque no tienes nada más con ningún otro.
Mentira, no me pasa lo que a ti. Me vale con saber que cuando te vayas, no me quedaré sólo.
¿Sabías que se puede estar en soledad y al mismo tiempo rodeado de gente?
No. Yo sólo sé de mis experiencias; de las de los demás...
Claro, tú no te compartes con el resto. Eres, por lo tanto, tacaño más allá del dinero.
Vive y deja de vivir.
Yo vivo y dejo vivir. Tú mueres en el intento.
Me va la vida en ello. Son dos cosas tan unidas...
...

La estupidez es lo que conduce al ser humano cuando no tiene las ideas buenas de la parte de arriba de su cerebro. Por lo tanto, en la parte de abajo se fragua todo el esperpento que creamos. Científicamente explicado, la parte de arriba actúa con frialdad, mientras que la de abajo lo hace a través de calentones. Pero ahora no voy a juzgar las consecuencias que acarrea el pensar con el corazón, ya que las cosas más estupidas son comunes a todos.
( En uno de esos calentones, uno de los borrachines decide matar al otro)
Te voy a matar!
¿ Me vas a matar?
Sí, así lo he decidido.
¿ Y con qué vas a hacerlo?
Pues... ¡ con una silla en la espalda!
Anda, tiene su lógica. Pero en tu estado no tienes suficiente fuerza.
Entonces lo haré con un cuchillo!
En la espalda?
No hombre no! Lo sujetaré en la mano!
Pero dónde me lo vas a clavar?
En donde sea que no engorde. Que si engorda es porque no mata.
Estás como una cabra, ¿ lo sabías?
¿ En serio? Ahora entiendo lo de la camisa de fuerza aquella tarde...
Qué?
Có! No intentes despistarme sólo para que no te mate! Tienes un cuchillo?
Hombre tengo una navaja pequeña. Toma, córtame un poco aquí a ver qué tal andas.
Y qué tendrá que ver? Yo ando mal funcione como funcione tu cuchillo.
Que no es un cuchillo!
Es una navaja! Ya lo sé, pero es que veo triple.
A claro, y te parece que es de tamaño mucho más grande! ( Se carcajea)
Que estúpido eres! Cómo voy a ver la navaja tres veces más grande? Lo que veo es que además de navaja tiene sacacorchos!
Entonces ves doble nada más!
Veo triple porque hay dos sacacorchos!

( El camarero interviene entonces y les invita a irse si no quieren volver a sus hogares entre pocas luces y muchas sombras)

martes, 23 de septiembre de 2008

Con esto salimos de pobres



20:40 PM:
"Bueno, bueno, esta semana sí, ¡por fin sí! 9 en La Quiniela y sólo faltan dos partidos, Madrid y Barça. Esto está hecho: el Madrid gana 0-2 en El Sardinero y el Barça no tendrá problemas para ganar al Sporting. Tantos años de lucha y sufrimiento, atado al Carrusel con los partidos y resultados sin obtener ninguna recompensa, para al fin ver cumplido mi sueño de acertar algo en La Quiniela (segundo deseo en la lista de cualquier español después de que la selección gane un Mundial)".

20:50 PM:
"Ya está, el Madrid ha ganado. Por lo menos ya sé que algo me llevo y que mañana el pan lo compro gratis. Ahora a ver si con un poco de suerte el Barça también gana y me llevo un pellizquito majo".

21:35 PM:
"Qué bien pinta esto. 35 minutos de partido y el Barça gana ya 0-2. Esto huele a goleada, o lo que es lo mismo, ¡a cobrar! Mira que no tenía yo mucha confianza en que el Barça ganara hoy eh... pero sí, parece que después del partido de Champions han espabilado. Y oye, está chulo esto de ser merengue y culé en una sola noche, ni Figo lo hizo tan rápido".

22:45 PM: "Joe con los catalanes. Serán agarrados y todo lo que quieras, pero 1-6 que les han metido a los asturianos. Qué sensación más rara, después de tanto tiempo por fin voy a tener algo digno en La Quiniela. Por lo menos unos 30 ó 40 € supongo que ya me llevaré... suele ser lo normal cuando uno acierta 11".

23:00 PM: "¡Qué contento estoy madre mía! Si es que no todos los días puede ser uno millonario. A ver si publican pronto cuánto cobramos. Qué nervios... sobre todo por el problema de qué comprar mañana ¿marisco o solomillo?

23:15 PM:
"Además... ¿no dicen que las mujeres buscan a hombres con dinero? Esto puede ser el fin también de una importante sequía..."

23:20 PM: "Pero bueno, también otros dicen que el dinero no da la felicidad, que en el fondo hay cosas mucho más importantes en la vida que preocuparse por cuántas cosas podemos comprar. Woody Allen decía que el dinero no da la felicidad, pero que crea una sensación tan parecida, que necesitaríamos de un especialista muy avanzado para verificar la diferencia. Sabias palabras las del neoyorquino".

23:30 PM: "Espero que quede poco. Ya no me queda gente a quien restregarle no haber sabido adivinar un resultado tan fácil y previsible como el Castellón-Albacete... De toda la vida de Dios eso es un 1 como una casa".

23:40 PM: "¿QUÉ? ¿1'99 EUROS? ¿Pero esto qué es? ¿Estos tíos de qué van? Para una vez que acierto 11, y van los muy amigos de la cerda más fea y mugrienta de este mundo y ¿me dan sólo 1'99? ¡Y encima tienen la cara de dármelo con centimillos! ¡Para esto sí que no redondean eh! Venga hombre, esto está amañao. Que no hay derecho hombre, que no...".




23:58 PM:
"Bueno, a ver si mañana me acuerdo y cojo un par de Quinielas, que esta semana tengo la sensación de que me va a tocar, tengo una premonición".

viernes, 19 de septiembre de 2008

El impulso bucal

Insultos y palabrotas no son más que pequeñas palabras que nos inundan la boca, señales que indican " incontinencia emocional". Sin duda lo bueno que tienen es que son las únicas palabras que no sirven para ocultar nuestros pensamientos, y por ello me parecen fascinantes. En honor a su memoria hago un recopilatorio que espero sirva para no olvidarlas. A la memoria de:



Cabrón, Hijo de puta, Hijo de tu madre, Tu puta madre, Cerdo, Sucio, Asqueroso, Cara de huevo, Tocapelotas, Maricón, Bujarra, Estúpido, Tonto del haba, Gilipollas ( evolución del más infantil gilipuertas), Mamonazo, Mascachapas, Puta, Putón, Putero, Reputa, Hostia ( puta), Zorra, Carapolla, Comepollas, Limpiasables, Perra, Gordo/a, Feo/a, Garrulo, Cagüen Cristo, Cagüen la Puta, Cagüen tu ( puta) madre, Cagüen Diez, Cagüen la hostia ( puta), Cagüen Dioro/Dios, Cagüen tus muertos ( a caballo), Cagüen el rey, Cagüen todo lo que se menea, Cagüen el puto ordenador, Cagüen tu raza, La madre que te parió, La ( re)concha de tu madre, Tu vieja, Carapene, Caraculo, Caramierda, Caradura, Carapan, Te he meado en toda la cara, Aquí huele a caca, Aquí huele a pis, Gallina, Cobarde, Miedica, Cagao, Cuatro ojos, Gafotas, Copón, Recópón, Rehostia, Hijo de perra, Cara de Hiena, Imbécil, "x" de los cojones, Chuloputas, Cantamañanas, Mierdoso, Negrata, Lechoso, Bobo, Bobalicón, Mecachis, Mecachis diez, La Hospitalera, No ( me) jodas, Joder, Hostiajoder, No te jodes, Que te jodan, Ahí te jodas, Que te den por el culo, Que te zurzan, Que te follen, Que te folle un pez, Coño, Te mueras, Mal rayo te parta, Mala muerte te llegue, Diez gitanos te roben el alma, Mal camión te atropelle, Faltoso, Cansino, Calaña, Mala hierba, Cansaburras, Aburrevacas, Ganso, Burro, Payaso, Apestoso, Maloliente, Pedante ( de mierda), Cacafuti, Cagordo Fecato.




En fín, ¿ qué me dicen ahora del tan adorado inglés? Pues que es una puta mierda, ¡ nos ha jodido! Ese idioma de los cojones no tiene ni siquiera niveles diferentes. Aquí el ser culto, corriente o barriobajero tiene una riqueza de vocabulario hiper extensa en todos los sentidos, no como nuestra prima Inglaterra que es un putón estándar tonto del haba. Aquí sabemos quitarnos las bragas hasta por la cabeza, oiga.


Con todos mis respetos, que deben de ser muy pocos, con su lengua se asfixien la Reina, el Parlamento y su estúpida colonia americana. Ya me ahogaré yo con la mía.

jueves, 18 de septiembre de 2008

El tiempo

Se nos acaba el verano. Algunos ya hace tiempo que han empezado su trabajo, otros todavía no lo han dejado, nosotros empezamos las clases el siguiente lunes.

Nuevo curso, nuevas materias, aunque, en realidad, mucha menos novedad de lo que supuso el año pasado, cuando empecé la Universidad, estrené nueva ciudad, etc.

Ahora, cuando el día se hace más corto y empiezan las preocupaciones y preparaciones para la vuelta a las clases es cuando, para mí, comienza el nuevo año. Mi reloj interno me marca el inicio de una nueva etapa en este instante. El 1 de enero cambiamos de calendario, sí, pero mis años se distribuyen en cursos. El verano es tiempo atípico y de paso entre curso y curso, entre año y año, podría decir.

Supongo que en algún momento tendré que acostumbrarme a otro modo de medir el tiempo, aunque de momento me gusta mi manera. Es más suave: empieza en otoño, a las puertas de esta misteriosa estación, cuando la temperatura todavía es agradable y el día reduce sus horas, y termina en verano, con la playa, el calor y los amigos.

Es una sensación muy curiosa, pero intensa e íntima. Quizá es de las más interiorizadas que tengo. Para pensar en el pasado, por ejemplo, me situo mejor cuando me hablan de tal o cual curso que cuando se refieren a un año en concreto y, todavía ahora, me separo mi futuro en cursos.

No sé si soy el único al que le pasa esto, pero a quien le pasa lo mismo sabe de lo que estoy hablando

No es bueno perderse


Las gotas que le caían por la cara y el efecto del alcohol hacían de su vista un foco borroso. La lluvia había comenzado a caer hace ya un rato y sus calcetines empapados se arrugaban dentro del zapato. Estaba desorientado y caminaba dubitativo en la soledad de la noche. Qué pedo.

Al fondo podía distinguir una pequeña mancha amarilla de lo que parecía ser un hombre. A cada paso que daba, esa figura ganaba en nitidez y dibujaba poco a poco el cuerpo de un hombre alto y corpulento. Era un policía:

- Buenas noches, señor agente -dijo poniendo cara de serio-, ¿puedo hacerle una pregunta?
- Sí, claro.
- ¿Conoce usted mucho mucho la ciudad?
- Bueno, supongo que bastante, sí. Dígame.
- Seguro seguro que sabe mucho, ¿no?
- Creo que sí. Ese es mi trabajo, caballero. ¿En qué puedo ayudarle?
- Eh… ¿¿¿Dónde están mis amigos???

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Algo puntual

Iba a comenzar la clase. Los dos se quitaron y pusieron su reloj sobre la mesa. Uno marcaba las 12.18. El otro, las 11.16. El último dueño le preguntó al primero: "¿No vas a poner el reloj en hora?". "No", respondió. "Mi reloj es más rápido que el tuyo".

lunes, 15 de septiembre de 2008

Celebración

Para los chilenos, Arturo Prat es una de sus figuras con más valía.

Comprensible.

Los chilenos lo asocian todo, otras ideas están más devaluadas.

Una de las cosas curiosas que tiene Chile es que celebran las cosas que les gustan. Así son ellos. El mismo día que Felipe V tomaba Barcelona, Pinochet bombardeaba la Moneda. Curiosamente, el 11 de septiembre en Chile no es fiesta nacional ni nada, y los que salen a las calles a disparar su pirotecnia no son partidarios de Allende. Por cierto, 23 carabineros (policía) heridos, ninguno en peligro de muerte. Este año ha sido muy suave, dicen. Pinochet se las apañó para llenar el país de banderas chilenas cada 11 de septiembre, porque las fiestas patrias por la independencia son el 18 pero se empiezan a celebrar antes, por eso de que duren un poco.

El hombre que se esconde detrás de estos periódicos no ha engalanado el kiosko para festejar el golpe. ¿O sí? Abajo, la vista desde mi ventana.

Me gusta la manera en la que los chilenos celebran las cosas. Por ejemplo, el partido con Brasil. Para ver un partido en Chile necesitas una parrilla y vas a verlo para tener una excusa para arrimarte a la parrilla y tomarte unas cervezas, que gracias a las inmigración alemana de finales del XIX todavía tienen alguna buena. Isabel Allende comenta en Mi país inventado que el gobierno intentaba una suerte de eugenesia para conseguir chilenos altos, rubios y buenos en el fútbol (esto no lo dice), pero se quedaron enanos, las rubias están tan cotizadas que no hay una a la que vean fea ni farandurela que no se tiña y perdieron 3 a 0.
Los comentaristas chilenos son un coñazo, parece que estén describiendo un cuadro, probablemente para que la gente a la que no le guste el fútbol pueda ir a comer la parrillada como acto social y luego echarse en el sillón a dormir. No digo que yo lo haya hecho, que al viajar a Chile curiosamente no hay jet lag, es más, si lo tenías se corrige y no te quedas dormido en las esquinas. Los espectadores que venían a ver el fútbol (yo venía a verlos a ellos) estaban apoltronados en sus sillas, algunos con una manta y de vez en cuando decían venga, vamos, hale o conchetumadre. Y al final de partido, opinión generalizada: "Pues ya podíamos haber marcado algún gol". Quizá se hubieran animado más metiéndolo, pero sabían a lo que venían.

Mientras tanto, en el bar O samba la colonia brasileña hacía honor al nombre hasta durante el penalti que falló Ronaldinho. También bebían caipiriña que, decía un tipo muy animado, si estaba helada era buena para la garganta, para poder seguir gritando durante el resto del partido. Para que un chileno baile hace falta que los astros se pongan de acuerdo o que haya cueca. El miércoles fui a ver un cuecazo en la Plaza de armas, un lugar que combina con claro mal gusto el estilo colonial con modernos edificios de cristal.

La cueca es el baile orgulloso del hombre que saca a la mujer a bailar y la luce del brazo mientras ambos miran al frente desafiantes, con la insolencia del indómito. La cueca es cortejo, un lazo de miradas que une a la pareja mientras voltean sus pañuelos, mientras el hombre ofrece su sombrero. La mujer coquetea con su falda y lo lleva su terreno con un seductor movimiento de caderas mientras se da media vuelta. El hombre consigue que la mujer lo mire y la mujer que el hombre crea que ha conseguido algo, real como la vida misma. Entonces el hombre da palmas hasta que empieza la canción. La cueca es el baile entonces la postura del indiano de buena fortuna que la exhibe en su chaqueta, sus botas y sus espuelas. Luego vuelve el coqueteo, con los dos bailarines dando vueltas alrededor del otro, esquivándo sus miradas y haciéndose desear. Entonces comienzan los movimientos en forma de media luna, en los que el hombre se intenta acercar a la mujer por un lado u otro mientras ella le requiebra. Tanto como se puede retrasar lo inevitable, el hombre se adentra en esas niñerías de mujer, esas cosas por las que ellas se fascinan misteriosamento y que a ellos les atraen pero siempre negarán haber realizado a ellas para conquistarlas. En este caso son unos pasos con el cuerpo inclinado hacia atrás mientras van cruzando los pies, momento en el que la mujer ya puede esbozar una sonrisa sin dejar de sentirse deseada. Entonces la cueca es el baile del hombre hecho en la adversidad que no olvida sus raíces y taconea sobre la madera (aquí tampoco pronuncian las eses) para presumir de su presa, pero a estas alturas a ella ya no le molesta y ambos inician un movimiento de en espiral hacia el centro para quedar unidos justo cuando la música termina. Y cuando acaba ya tienen derecho a mirarse, menudo lujo.

Primera foto, mala, pero aquí se terminó la batería.

Xabi ha prometido hablar de los fiestas de Zizur (mayor), yo pienso contar más cosas de las fiestras patrias, pero por lo visto me quedo con las ganas de saber algo sobre la Diada. Aunque por esperar, también podía esperar saber algo sobre Carmen Sandiego o que Andrea se dignase a aparecer por aquí. Pero me da que todo es un invento de Jurdan para promocionar el blog, como eso de que Moi iba a escribir regularmente.

Ferretería


- Buenas tardes, ¿qué quería?
- Eh… sí. Me gustaría saber si tienen alguna bombilla de este tipo.
- Mmm… creo que sí. Voy al almacén a mirar, espere un momento.

································································································

- Pues sí, nos quedan. Aquí tiene, la última bombilla. Creía que no la iba a encontrar nunca, se resistía a salir…

- Bien, sólo quería saber si tenían. Quiero un martillo de estos por favor.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Dudas


Me siento en la silla de mi escritorio, enciendo el ordenador, me conecto a Internet y abro la página para crear una entrada en blogger. Se me aparece un rectángulo en blanco con un palito vertical en el extremo izquierdo parpadeando. Es la hora de mi escrito semanal para el Blog.

No se me ocurre nada.

Por mi cabeza pasan cientos de ideas a una velocidad increíble. Pero o no son lo suficientemente buenas, o no las sé explotar para poderles sacar un jugo aprovechable, o tengo pocas ganas de estrujarme la cabeza y pensar algo ingenioso o interesante.

Pienso en que hoy se celebran los cien años de la acuñación del término Costa Brava para designar este paraíso que se encuentra entre Blanes y Portbou, en el programa que he visto esta mañana en TV3 donde salía una concejal de un pueblo de Barcelona (Argentona) para explicar que van a imponer hasta 3000€ de multa por no tirar bien la basura (sic), en hablaros de la Diada de Catalunya o en filosofar un poco acerca de esto o aquello.

Pero nada de esto me convence, no consigo elaborar nada sustancial y me pregunto el porqué otras veces sí he podido y ahora no. Y sigo enfrente de la pantalla de mi ordenador pensando en qué escribir.

Gran noticia; mejor cobertura

Absténganse de criticar los errores ortográficos -que los hay- y sitúense en el drama familiar. Vale la pena. Sobre todo en el párrafo tercero.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Hijo de...

-Perdone, ¿este chico es su hijo?
-Depende…
-¿Depende?
-Sí. Depende.
-¿De qué?
- De lo que signifique para usted la palabra “hijo”.
-¿De lo que signifique para mí? Es obvio. Alguien al que quieres mucho, pequeño, gracioso...
-Yo quiero mucho a mi pequeño y gracioso perro.
-Bueno ya pero no es lo mismo. A un hijo se le enseñan más cosas.
-Mi perro sabe dar la pata.
-¿Qué?
-Que sabe dar la pata. Y además nunca se queja.
- ¿Cómo que “nunca se queja”? Un hijo es lo más bonito que te puede pasar en la vida.
- Para algunos jugadores de fútbol es ganar el Mundial…
- ¿Pero qué está diciendo?
- Que estando como están las cosas, ¡un hijo es más caro que un litro de gasolina!
- ¡Pero no se trata de eso! ¡El amor por un hijo no tiene precio, no se compra!
- El amor no. Los pañales sí…
- Tu hijo puede vivir sin pañales. A ti te necesita, y esa es una responsabilidad maravillosa.
- ¿Maravillosa? Ni siquiera un juez se atrevería a fastidiarte con eso.
- No es cierto. Tener un hijo forma parte de la ecuación vital nacer-reproducirse-morir. Los hijos son las ansias de vida que siente la misma vida.
- ¿Las ansias de vida? ¡Los hijos sirven únicamente para hacerte comprar un perro al que sólo tú cuidarás!
- ¿Por qué dice eso? ¿Sus hijos le hicieron comprar este perro?
- No. Este perro salió de mi jardín.
- ¿Salió de su jardín?
- Sí, una perra callejera. Parió justo en mi casa.
- Entonces, ¿este chico es su hijo o no?
- ¿Mío? No, no, yo no tengo hijos. Ya me gustaría…

lunes, 8 de septiembre de 2008

Heart runs faster than head




El muchacho tenía un cierto parecido a Homer Wells, aunque éste último no llevaba gafas. En cambio el muchacho tenía unos cristales tan gordos que sus ojos parecían dos grandes manzanas de muy buen ver. Aunque en el colegio, al contrario de lo que cabía esperar, le llamaban " cuatro ojos" y no " Appleman" ni nada por el estilo.


De todas formas tenía la fortuna de su lado, del lado izquierdo concretamente, pues era en aquel donde su sentido del oído no funcionaba, por lo que cuando alguno de sus compañeros, el que fuera, le hablaba con la crueldad más injusta del mundo, él sólo tenía que soportar la mitad del dolor, el que le entraba por el lado derecho.


No, tal vez no era tan afortunado. Pero al menos tenía un amigo un tanto sincero, de esos que duran una parte de la vida, que le contaba increíbles historias de juguetes que no existían sólo para divertirle. Uno que si le hacía daño, era sin ponerle una mano encima y con el mayor de los remordimientos alcanzables. Era el único ser humano que comprendía toda su soledad.


El muchacho era un niño todavía cuando otros ya empezaban a tumbar las paredes de la inocencia. Él era una mosca atrapada en el agua de un vaso, un insecto especial con tratamiento de bicho raro. Claro que tenía a su amigo, pero ni mucho menos nadaban juntos porque el otro conocía cómo volar con los demás.


En el vaso de agua, el mar transmitía una visión especial------------------------

domingo, 7 de septiembre de 2008

La semana de la U

"Esa galla es de la U", decían de la presentadora. Si les pregunto a los chilenos me lo negarán, pero me apostaría un brazo a que eso de gallo/galla viene de guy, que lo empezaron a oir y se les quedó. Pero ahora a ver quién lo admite, que es más bochornoso que aquellas anécdotas que tenemos que contar introducidas por un tímido "tengo un amigo que....". Por cierto, tengo muchos amigos que a la universidad la llaman la U, no se crean que es el cuento ese del rey U que iba de paseo con los príncipes I y E, o algo así.


La semana de la U comenzó con una misa el lunes y terminó con otra el jueves, para que nadie vaya por ahí diciendo que la U no es cristiana apostólica y romana. Háganse a la idea, están enfrentados con los de la Universidad Católica porque son más paganos. En cada aula hay un cuadro de la virgen María con el niño Jesús en brazos, las cruces de las nuestras serían demasiado discretas. Tampoco es nada del otro jueves, Chile es un país cristiano. Mucho más que España en tiempos, que nosotros sólo éramos católicos, allí preguntas por una iglesia y les tienes que especificar si la quieres baptista, calvinista, adventista, anglicana... o católica.

También vino el mejor director de orquesta de Chile, me dijeron, y le hicimos aprecio comiendo empanadas de pino (llevan carne machacada, aceituna [una] y huevo, no piñones como yo pensaba), comida tradicional, mientras una treintena de músicos tocaban. Luego vino un grupo moderno y con este los Uandeños ya se motivaron un poco más.




¡Gry, Gry, Gryffindor! La U me recordó a Hogwarts, el colegio de Harry Potter. Durante esta semana se dividía en las alianzas azul, blanca y roja, como la bandera. Es uno de los pocos momentos en los que le pudes decir que es de los rojos a uno de la U sin que te tire una pedrada. Bueno, si es de Medicina o Enfermería te tirará la pedrada de todas formas, porque esos son los azules. También si es de Ingeniería Civil, Ingeniería Comercial (así llaman aquí a Economía) o Servicios (dícese de la carrera donde van chicas pelo lais para aprender a cocinar, encontrar marido y acabar contratando una sirvienta), esos son de los blancos. Los rojos éramos nosotros, los periodistas, abogados, historiadores, pedagogos y demás.



Hacían competiciones tradicionales, tales como bailar la cueca, deportes tradicionales chilenos (sacos, tirar de la cuerda), cantar, contar chistes, comerse hamburguesas de cinco pisos... El humor chileno es muy parecido al español, de hecho los chistes de un tipo recuerdo haberlos oído en El club de la comedia a Enrique San Francisco, pero con voz de chileno no hacen gracia. Ofendí a mi alianza diciendo que me gustaron más los chistes azules, no es mi culpa que la chica roja saliera a marcarse un reggaeton con una silla, pero se le perdona porque estaba bastante buena. No era la finalidad, pero la intención era buena y, como aportación, pues ahí está.

Unas amigas mías tocaban. Empezaron con una canción popular latinoamericana, Mi lindo globito, hasta que el lindo globito hizo pum y empezaron con la canción de verdad, que trataba sobre un cantante al que le gustaba cantar otra canción, metacanción lo llaman, y la canción auténtica apenas tenía un par de frases, no sé cómo a alguien le puede gustar tanto una canción tan simple. Un de mis amigas me hizo otra canción en pase privado que trataba de un torero muy valiente que, por lo visto, es lo único que tenemos en España. En Chile los toros se ven como una animalada, vaya usted a saber por qué. Mis amigas no pudieron ganar porque cuando se supone que tendríamos que aplaudir yo estaba comiéndome carne a la parrilla pinchada en un palo.

Por cierto, estuve por salir a comerme las hamburguesas, no es coña, un tipo como yo que se come el maiz grano a grano también tenía posibilidades de ganar. En Chile son más democráticos que en España (ya hablaremos de la democracia a la chilena), aquí somos técnicos y aburridos. Quiero decir que en la prueba no había fotofinish ni jurado ni hostias y el ganador se definía por la alianza que hacía más ruido. Ganaron los azules, más entregados ellos.




sábado, 6 de septiembre de 2008

Felicidad

Desde una pared de mi calle me observa día tras día un graffiti. Se trata de una sencilla frase escrita con espray color burdeos y que me interroga inquisitoriamente sobre una cuestión fundamental: ¿eres feliz?

El magnífico filósofo Albert Camus dejó escrito que "no hay más que un problema filosófico verdaderamente serio: el suicidio". No obstante, sin quererle quitar parte de razón creo que, a efectos prácticos, hay que plantearse también el sentido y la dirección de nuestra vida cotidiana (aunque Camus opinaría que no tiene sentido y que tiende al absurdo) y la búsqueda de la felicidad forma parte de ella.

Pero sin querer ser pesimista, creo que esta obsesión en ser feliz es grave. Hollywood, como en la mayoría de las cosas, ha corrompido la felicidad y te la vende mientras disfrutas de unas palomitas acompañado de extraños a los que no querrás conocer nunca. Las películas suelen acabar con el típico "y fueron felices y comieron perdices", y, como si de una ley de Newton se tratara, la mayoría de los protagonistas tienden a ser felices por naturaleza. Vivimos rodeados de series de televisión, libros, artículos de prensa, etc. que nos intentan convencer que lo único que importa es ser feliz.

Sin embargo, no creo que sea posible llegar nunca a ser feliz. Este ser implica que el sentimiento de felicidad se alarga en el tiempo. Por lo tanto, uno no puede ser feliz hoy y mañana no serlo, sino que tiene que serlo durante, como mínimo, un periodo considerable de su vida. En cambio, creo que hay un verbo más exacto que es sentirse. Este verbo denota un significado más efímero y voluble, que permite adaptarse mejor a los avatares de nuestra vida y tener, para mí, un sentido más completo y veraz acerca de este fin que es la Felicidad.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Cosas que fastidian mucho


- Que se bloquee el Word sin haber guardado lo que estabas haciendo.
- Un balonazo en los *******
- Salir contento de un examen y ver que tus preguntas no coinciden con las de los demás.
- Quemarte al ir a comer una patata.
- Tragar agua del mar, en grandes cantidades.
- Descubrir que no hay papel en el baño tras…
- Que eliminen a tu equipo en la prórroga, en el último segundo.
- No encontrar lo que buscas durante mucho tiempo y que tu madre lo encuentre en 1 seg.
- Que te guste un/a chic@, quedes con el/ella y te diga que te prefiere como amig@.
- Tener que hacer algo un fin de semana por la mañana.
- Que te pregunten en el Messenger: ¿Qué cuentas?
- Enterarte de que tienes un examen ese mismo día al llegar a clase.
- Meter un gol, celebrarlo, y que te lo anulen al rato.
- Salir mal en una foto de carné
- Estar echándote la siesta y que te llamen al móvil.
- Tener ganas de mear dentro de un autobús y no poder parar a…
- Tirarte a la piscina con mucho calor y descubrir que el agua está helada.
- Estar tonteando con un@ vía MSN y que se caiga Internet.
- Beber vodka pensando que era agua.
- Estar a gusto en la toalla, que pasen unos corriendo al lado y te llenen la toalla de arena.
- No acordarte del nombre de alguien o algo, darle vueltas durante horas, y que venga uno y te lo diga en dos segundos.
- Que te digan que le molas a un@ y que luego sea broma.
- Que el rotulador se transparente en la otra cara al escribir.
- Creer que es un día de la semana cuando es otro.
- Soñar que tienes algo, levantarte, y ver que no lo tienes.
- Darte con la esquina de un armario al levantarte.
- Que llueva el día que has quedado para ir a comer a la piscina.
- Que te devuelvan en monedas de 1 céntimo o 2 en el supermercado.
- No saber si has perdido o te han robado la cartera.
- Ir a echarte en la hierba y ver que está mojada.
- Que vayas a decir algo y se te olvide.
- Que te pisen cuando estás descalzo jugando a fútbol en la piscina.
- Que te apunten con un láser y no saber de dónde viene.
- Ir a entrar en una discoteca y que el portero no te deje.
- Tener que estar escayolado en el verano.
- Fallar un penalti.
- Quedarte dormido y no llegar a un sitio.
- Peinarte, salir a la calle, y que haga mucho viento.
- Suspender un examen para el que habías estudiado mucho, y encima sacar un 4’5.
- Ponerte malo con las curvas en un viaje e intentar que no te vengan ganas de vomitar.
- No poder dormirse y dar vueltas en la cama.
- Que todos puedan hacer una cosa menos tú.
- Encontrarte con alguien del pasado y que no se acuerde de ti.
- Que te corrijan en un examen y te pongan “NOOO!!!” o “MÁS!”
- No acordarte de los chistes.
- Estar en el cine y tener a una pareja besuqueándose toda la película.
- Que te pidan el carnet al comprar alcohol en el supermercado y tengas 20 años.
- Ponerte a estudiar y que justo al mismo tiempo empiecen a cortar el césped fuera.
- Que se te cale el coche al entrar en una rotonda.
- Entrar sin querer en la habitación de un enfermo de hospital que no es el tuyo.
- Pegarte más de una hora haciendo una comida, y que luego esté tan salada que haya que tirarla.
- Encender la TV y que el último que la apagó dejara el volumen a tope.


Continuará...

¿Más grandes que David Miranda? (y II)

Me quedan 6 grandes personajes... pero del padre Alberto Hurtado ya hablé un poco (puse una foto con una foto suya, que vale por dos páginas de word, dicen, y sólo apostillaré que es el único santo al que rezan también los comunistas, que en América Latina están afectados por creencias populares, porque intentó unir a los empresarios con los trabajadores para hacerles "dar hasta que duela") y respecto a Allende poco hay que añadir a toda la controversia que suscita su figura: algunos dicen que 1973 supuso el fin de la utopía del hombre que perseguía lo mismo que el Che, pero "por otros métodos" (leyes de protección a niños, mujeres, parados, enfermos, nacionalización de la minería), como figura en el libro que le dedicó en los 60 cuando visitó Cuba; y otros, que aquellos tipos armados con pistolas y metralletas eran demasiados centenares como para ser simplemente un Grupo de Amigos Personales que le rodeaba, por lo que intentaban relacionar ese GAP con el terrorismo. Como si no supiera todo el mundo que "el socialismo es la ausencia de violencia", como dijo Stalin, aquel político georgiano que, sin embargo, tenía una oda dedicada en Canto General, el libro donde Neruda relata la historia de América desde la colonización. En fin, que aquella era la frase de Stalin, con un significado similar a la de "el trabajo os hará libres" que vieron un puñado de judíos. Pues ahí estaban algunos chilenos leyendo la frase de Stalin, desesosos de que llegara de una vez el socialismo porque hasta su llegada la violencia no faltaba. Si faltaba la harina y otros alimentos básicos, en parte por la huelga de camioneros sobornados por la derecha y el Imperio (que ya contraataca por aquellos tiempos), y en parte por la escasa productividad de las empresas expropiadas, la subida de sueldos y la fijación de precios. Esto llevó a Allende a impulsar una política de cartillas de racionamiento con la que obtuvo un record: una inflación del 600%. Y también es el gobierno al que las clases bajan recuerdan porque fue el único en darles protagonismo en su revolución de "empanada y vino tinto".

Pero como dije, no pienso hablar de Allende, que luego aquí la gente puede mirarte mal o bien, que es peor. Aunque hay que decir a favor de esta gente que ahora se conforman con mirar que algo ha mejorado, que ya no te pasan tanques por encima ni nada y pues eso sube la autoestima mucho. José Miguel Carrera, héroe de la independencia. Ensayó un nuevo modelo de lucha durante la batalla de Rancagua, en 1814, que misteriosamente no dio resultado y que consistía en no hacer nada con sus tropas mientras las de su compañero Bernardo O' Higgins huían de los realistas. Según confesó luego, su intención era atrapar a los tropas peninsulares entre dos frentes. Durante las guerras napoleónicas en Europa, Carrera había sustituido a la familia Larraín, y con la restauración tenía que exiliarse a Europa, donde siguió haciendo carrera como libertador. Terminó cuando se unió a los indios en los años 20. Por entonces Carrera era algo así como Marlon Brando en Apocalypse Now que masacraba poblaciones y esclavizaba a las mujeres, y en 1821 fue capturado y fusilado. Poco antes había intentado asesinar a Bernado O'Higgins, por entonces presidente de Chile, al que por lo visto no debía de tenerle mucho cariño. Quizá fuera porque le derrocó después de haber derrocado al virrey de Perú.

Manuel Rodríguez, aliado de Carrera y conspirador contra O'Higgins. No obstante, también hizo la revolución contra los hermanos Carrera porque creía que era malo que un gobierno durara más de seis meses, un año a lo sumo. Por eso ha pasado a la posteridad por medio del grupo guerrillero Frente Patriótico Manuel Rodríguez, una organización comunista creada en los años sesenta y que cobró protagonismo con el gobierno de Allende.

Lautaro, indio mapuche. Los mapuces son de las pocas tribus indígenas que quedan en Chile. En el siglo XVI presentaron una resistencia tan dura a los conquistadores que son protagonistas en La Araucana, de Alonso de Ercilla. Su líder era elegido por ser el más fuerte (levantando troncos, el que eligieron en los tiempos de la conquista fue capaz de soportarlo durante dos días) y afeminado, pues tenía que ser capaz de depilarse con dos conchas y pelo a pelo. Sirvió al gobernador Pedro de Valdivia (lo cuento como si hubiera sido un colegio, vaya), con el que aprendió las costumbres de los españoles y a combatirlos. Aprendió que se cansan con sus armaduras, que sus caballos se hunden en los pantanos y que la lluvia moja la pólvora. Vive tres meses con él y en uno de las incursiones en el terriotorio mapuche ve como un grupo de indios les atacan, dando como resultado 3000 mapuches muertos por un español al que mató otro compatriota por equivocación. Aquí ya se empezó a plantear si las tácticas tradicionales mapuches estaban siendo efectivas. Estas tácticas consistía en que los mejores guerreros se presentaban con un grito para atemorizar a sus enemigos, momento que aprovechaba el tal Pedro de Valdivia para sugerirles a sus tiradores ciertos blancos. Los cinco levantadores de troncos mapuches cayeron enseguida. El tal Lautaro, un poco molesto con las masacres de Valdivia agarró caballos y armas y se volvió a su pueblo. Quién se lo iba a figurar, se preguntaron todos los aguerridos conquistadores, y salieron a buscarlo a ver si se había perdido. Cuando lo encontraron ya se había reunido con el anciano Colo Colo (que ahora existe reencarnado en equipo de fútbol) y le había dicho que unos mierdas como los españoles, que apenas podían con armaduras cómo iban a poder con árboles, no podían conquistarles. Ideó un sistema de reemplazo para cansar a los españoles después de rodearlos y luego ir haciendo oleadas de ataques para que los guerreros pudieran descansar. También construyó picas contra los caballos, garrotes para tirárselos a la cabeza, palos con un lazo para derribar a los caballeros, y grandes pesos para matar con sólo dejarlos caer a pesar de la armadura. Y ganaron. Pedro de Valdivia les ofreció dos mil ovejas por dejarle ir, pero él curiosamente se negó (las crónicas dicen que le arrancaron la carne y se lo comieron, que le derramaron oro hirviendo por la garganta... pero todos los españoles estaban bastante muertos como para atestigüarlo) y siguió avanzando. Su pueblo decía que no hacía falta, que ya les habían derrotados, pero él insistía, que no, que hay más al Norte... y al final la mitad de sus tropas se quedaron allí. Arrasó Concepción y se apostó en un fuerte cercano a Santiago, hizo hoyos camuflados y espero a que vinieran los caballeros a atacarle, y festejó su victoria al modo zizurtarra (mayor). Entonces vinieron los españoles guiados por un mapuche traidor y los degollaron, ya que tenían sus facultades algo reducidas por la cogorza.

Arturo Prat, capitán de fragata y héroe de guerra (acá). Y señalo el acá porque estos héroes de guerra son muy controvertidos y capaz (esto significa puede que, porque capaz es el que puede) vas a Perú y te dicen que no era muy puntual o que apoyaba los codos en la mesa o que genocidó a medio país para lograr su hazaña. Este no es el caso de Arturo Prat, capitán de fragata, del que lo peor que se puede decir es que era un poco débil y no soportaba las bromas de sus compañeros de cuartel. Como le dijo Gila a la mujer del boticario, "si no aguanta una broma, que se marche del pueblo". Por lo demás, se cuenta que tenía en gran estima los horarios, que había sido bien educado y que al realizar su gesta no murieron muchos más hombres aparte de los que le seguían que, de todas formas, estaban en medio de una guerra así que no es muy extraño, que ahí siempre se junta gente con muy mala uva. Pero esta guerra no debía de ser tan peligrosa, que si no no la habrían llamado la Guerra del Pacífico. La guerra tuvo ocasión entre 1879 y 1884 y enfrentaba a Perú y Bolivia contra Chile. Bolivia rompió el acuerdo sobre los impuestos de explotación de los terrenos de Antofagasta (ahora dentro de Chile), donde muchos empresarios chilenos habían invertido y, como Chile sospechaba que Perú podría tener un pacto de defensa con Bolivia, les declaró la guerra a los dos. Por si acaso, oiga, no vaya a haber armas de destrucción masiva, pero en este caso tenían un pacto. Bueno, que empezaron perdiendo porque tenían barcos de madera y los peruanos buques de metal con torpedos y Arturo Prat aprovechó que les habían embestido y dijo "¡Al abordaje, compañeros!". Los demás no le oyeron por el ruido de los cañones, pero tuvo la suerte de ser coherente y de que le vieran abordando el otro barco y poco después murió junto a los valientes que le habían seguido. Pero desde entonces ese acto de heroismo impulsó a otros a ganar la guerra (de dos mil voluntarios se pasó a veinte mil a su muerte). Este hecho fue celebrado porque contradecía algunas enseñanzas odiadas por los chilenos de entonces, como la de que el mejor soldado era el que mataba y no el que se dejaba matar. A partir de entonces los chilenos van a la guerra como el pelotón de suicidio de La vida de Brian.

Arturo Prat, con pose napoleólica, más rentable muerto que vivo.

Comentan que esto de elegir a los grandes es una lección democrática. Conclusión: la democracia en Chile la hacen los cansinos.





Y los más cansinos de momento son los partidarios Arturo Prat, 34% de los votos. En el segundo lugar va Salvador Allende con un 30%. Alberto Hurtado, 13%; Víctor Jara, 7%; Manuel Rodríguez, 4%; Lautaro, Carrera y Mistral, 3%; Neruda y Parra, 2%. A destacar, el gran aprecio que tienen los chilenos por sus artistas.

lunes, 1 de septiembre de 2008

El Sur


Por fin decidí bajar al Sur del Sur y hacer una especie de Camino de Santiago, aunque desprovisto de destino. Quería abrir caminos.
Los abrí con las mejores provisiones posibles, cinco sentidos para ocho provincias.

Y tengo que decir que olí los mejores olivares.
Que toqué los ríos más vivos y calmos mares.
Que las plazas y calles eran de cinco paladares.
Que se oían campanas de silencio en muchos valles.
Que se veían brillantes perlas y no falsos collares, en los corazones de los ojos de las ciudades.
Que sus mujeres y hombres, cosían sin dedales telarañas para amantes.
Que guardaba ha muertos reyes como tesoros inmortales.
Que crecían sombras nocturnas entre los rayos solares.
Que enardecía los latidos de mis hilos sangrantes.

Éste viaje de ocho océanos australes, enfunda recónditos lugares y tumba cotidianos rivales, haciendo mella en cualquier otra Tierra que no fuera ni tan sumamente bella, ni tan del todo embelesante.