Estas semanas son las elecciones a alcaldes santiaguinos. En mi comuna no hay mucha emoción, siempre hay un alcalde independiente. Hay dos tipos de independencia, están los de la Unión Demócrata Independiente, que surgió en torno a Pinochet, y los que no se presentan por ningún partido. Los que no tienen partido, en mi comuna, es porque son de izquierdas y dicen que son independientes a ver si consiguen engañar a alguien o, por lo menos, no espantarlo. Como en Argentina, donde hay peronistas de izquierdas y de derechas y todos se llevan a matar, aquí todos son independientes.
El independentista que más carteles pone (índice personal para medir la popularidad) es Salamanca. Es un tipo con nombre de ciudad, pero aquí las ciudades tinen nombres de tipo así que no se sabe que fue antes. Salamanca propone wi-fi para toda la comuna, una bolsa de trabajo para mayores, una feria de tecnología y se rumorea que su apuesta fuerte para el último día de campaña sean al menos 360 días soleados por año, que tenga suerte.
Al contrario, hay una mujer que no hace promesas que no pueda cumplir. Su lema: "María de la Luz Herrera concejal". Nadie quiere utopías. Se llevan los lemas concisos, como "Usted lo conoce Larraín sirve". Los que lo conocen más que yo me dicen que eso es bastante discutible. El que no sirve es Hugo Unda, que hizo todo lo posible por esconder el símbolo del Partido Socialista pero luego puso cuatro fotos de la Bachelet para mostrar que tenía apoyos.
Para fotos las de Cristina Noguera, del partido Chilenos de Corazón. Aparece en sus carteles como si un paco la hubiera estampado contra el suelo. El que tampoco tiene asesor de imagen es Joaquín Lavín, que aparece con las mismas gafas que usaba Pinochet. Tampoco la necesita porque ese sí que es Independiente y en las últimas elecciones ganó con un 80% de los votos, luego fue a las presidenciales y se convirtió en el mito de la derecha al casi ganar. Casi ganar significa tener el 49% de los votos, algo que en cualquier país sería una porquería pero no en Chile donde la derecha venía de conseguir porcentajes inferiores al 30%.
¿Y quién es Lavín? Lavín, que luego que alcalde de la popular comuna de santiago por el tirón que tuvo en las presidenciales y porque apenas había otro candidato digno, es el tipo al que Aznar no quería hablar cuando visitó Chile por considerarlo demasiado derechista. Eran los tiempos en los que Aznar era de centro liberal reformista. Lavín es miembro del Opus Dei y tiene siete hijos, pero irremisiblemente acabó sucuembiendo a la tentación de tomarse un café. A pesar de eso conserva parte del tirón y todos los candidatos Independientes le piden posar con él. Los Independientes no necesitan hacer mucha campaña, su cartel dice: "En las Condes vota así: De la Maza alcalde, Mario Camus concejal". Sin atisbo de duda. De la maza no puede ser mala persona, si no no haría campaña con "De la Maza de la gente". Gran eslogan.
Nil, el comentario que puse no significa nada, salvo que sepas orco. Es que no se por qué no puedo registrarme desde blogger para publicar algo y sólo podía escribiendo un comentario.
lunes, 20 de octubre de 2008
Fiesta de la democracia (I)
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3 comentarios:
Bastardo el que se caiga al suelo con la chorra fuera!
vienes mañana a echar una cerveza con más Onos?
Hijo de puta, no, bebo en soledad que es más divertido.
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